miércoles, 25 de junio de 2014

Su relación con Dios. ¿Es similar a la de una pareja de esposos comunes?

Sandra, avanza en la entrevista con Chiara, expresando:.... Querría profundizar un poco su relación con Dios.
¿Es similar a la de una pareja de esposos comunes… en el sentido que son de sostén uno para el otro, y a veces tienen opiniones distintas?
Las parejas a veces pelean. ¿Me puede explicar un poco más?, porque querría comprender qué relación tiene Ud. con Él.

Chiara:
                En un primer momento se establece una relación a través de las oraciones comunes que nos enseñan. Después naturalmente esto se hace más espontáneo. Hay algo en nuestro Ideal, en nuestro Movimiento: que cuanto más se ama al prójimo, más crece la unión con Dios dentro.
                Yo recuerdo la experiencia que hacíamos todos (también los niños la hacen, nuestros niños) que, si todo el día nos ponemos a amar al prójimo: éste, éste, éste, aquél que encontramos, a la noche nos recogemos en oración y advertimos que dentro hay Alguien con el cual podemos dialogar, con el cual podemos hablar. Es la unión con Dios que se siente. Es un hecho místico, porque todo el día se ha vivido la ascética de amar, de hacerse uno, de ayudar, y a la noche… porque existe un vínculo.

                Al mismo tiempo, mientras más se ama a Dios, se habla con Él, se está con El, se pide perdón, se reza, más se tiene la fuerza para amar a los prójimos.


                Nosotros damos siempre el ejemplo de una plantita que mientras más profundiza sus raíces, más crece el tallito, y mientras más crece el tallo en contacto con el aire, con el oxígeno, más las raíces… Es el amor a Dios y el amor al prójimo. Por lo cual la relación es verdaderamente una relación de amor, de amor, pero de amor sentido. Es la experiencia de todos esta unión con Dios que es tan grande, tan hermosa, tan dulce, que todas las otras experiencias son muy, muy banales.(1)

Texto aportado por la Sra. Gloria Chale
Segunda Entrega


[1] Cara a Cara con Clara Lubich (2002)  Entrevista a cargo de Sandra Hogget. 

lunes, 23 de junio de 2014

Si muriéramos, querríamos ser sepultadas en una única tumba con un epígrafe: “hemos creído en el Amor”

Compartimos con ustedes parte de una entrevista realizada a Chiara Lubich, fundadora del movimiento de Los Focolares, acerca de su experiencia mística del encuentro con Nuestro Señor!



¿Podría decirme cuándo sintió por primera vez este inmenso amor por Dios?

Chiara:
         Siempre tuve una fe fuerte, nací con la fe, y junto a la fe, estaba el amor por Dios. Pero lo conocía un poco como todos: lejano, quizá más allá de las estrellas, así. Mientras, en cambio, el momento fulminante fue a los 23 años, cuando comenzó a funcionar este carisma. Allí las cosas fueron así: enseñaba en un pequeño orfanato, y un día pasó un sacerdote por allí; me había visto quizá rezar en la Iglesia, no lo sé, y me hizo salir del aula y me dijo: “Señorita, ¿puede ofrecer una hora de su tiempo para mi ministerio a Dios?” Yo, delante de un sacerdote tenía tal fe en Dios, en la Iglesia, que dije: “También toda la jornada”. Y él quedó impresionado y me hizo arrodillar y diciéndome: “Dios la ama inmensamente”. Y yo creí, era como si Dios me lo dijera a través de esta figura.

Recuerdo que, desde ese momento Dios, que antes advertía, sí en el tabernáculo pero también lejano, lo sentí cercano, y he visto que todas las circunstancias son guiadas por Él, que es realmente Aquel que guía la historia grande y la pequeña historia de cada uno de nosotros; que Él es amor y detrás de todo está el amor, que todo es amor, incluso aquello que alguna vez se presenta como negativo, porque Dios lo permite para un bien mayor. Naturalmente lo permite para aquellos que creen en Él Amor.

         Y recuerdo que por la fuerte impresión de ese “Dios te ama inmensamente”, yo lo dije a todos: lo dije a mis compañeras, a mi madre, escribía cartas a mi hermano y a mis hermanas. Y así nacieron también mis primeras amigas, porque: “Sabes que Dios te ama…” “Dios nos ama, Dios nos ama inmensamente”. Hemos creído en el amor. Tanto que estábamos en  guerra, podíamos morir de un momento a otro, y nosotras hemos dicho: “Si muriéramos, querríamos ser sepultadas en una única tumba con un epígrafe: “hemos creído en el Amor”.

         Y así, mientras que antes nuestra vida estaba casi como cubierta por un sentido de orfandad, después hemos encontrado al Padre, hemos encontrado a Dios, y fue allí donde comenzó nuestra revolución cristiana.

         Por otra parte, el kerigma, es decir, el anuncio en nuestra Iglesia, de nuestra fe es justamente: “Dios te ama, Dios ama al hombre. En efecto, por amor te ha creado, por amor ha mandado a su hijo a morir por ti, por amor te prepara una eternidad de felicidad; por amor”. Por lo tanto, el Espíritu Santo, que sabía cómo se anuncia, nos anunció en el modo justo.[1]


PRIMERA ENTREGA
Texto Suministrado por la Sra. Gloria Chale




[1] Rocca di Papa, 18 de abril 2002. CARA A CARA – Chiara Lubich y Sandra Hogget- Primera parte.

domingo, 22 de junio de 2014

نصلي من أجل سوريا

نصلي من أجل سوريا

Recemos por Siria

“Vengan en pos de mí y los haré pescadores de hombres”



sábado, 14 de junio de 2014

¿Qué Opinión tienes de ti mismo?

La mayoría de la gente llega a tener una opinión elevada de sí misma por comparación con los demás. Al fijarnos en los otros, solemos decir:
"No soy como aquel" o "Soy superior a esas personas".
El orgullo no existe en el vacío.
En el proceso de elevarnos para colocarnos sobre un pedestal, inevitablemente degradamos al resto al llano.
Un poema anónimo expresa de manera inteligente este lastimoso atributo de la humanidad:
Soñé que la muerte me visitaba la otra noche y
que se abrían las puertas de los cielos.
 
Amablemente un ángel me condujo al interior.
Y allí, para mi asombro, estaban algunas
personas que conocí en la tierra:
aquellos que yo había juzgado
como incapaces o de poco valor.
Palabras de indignación llegaron hasta mis labios,
pero jamás las dejé salir;


porque todos esos rostros estaban llenos de asombro...
¡Nadie esperaba que yo estuviera allí!


En lugar de compararse con los demás, mídase respecto de su propio potencial. Siempre se puede crecer, lograr más y soñar en grande.
El secreto más difícil de guardar para el hombre es la opinión que tiene de sí mismo.
Romanos 12, 3
Por el encargo que Dios me ha dado, digo a
todos ustedes que ninguno piense de sí mismo
más de lo que debe pensar. Antes bien,
cada uno piense de sí con moderación (1)

(1)http://www.renuevodeplenitud.com/