martes, 28 de octubre de 2014

Misa por los fieles difuntos

En los primeros días del cristianismo se escribía en los dípticos[1] los nombres de los hermanos que habían partido. Después, en el siglo VI, era costumbre en los monasterios benedictinos tener una conmemoración de los miembros difuntos en Pentecostés. En la actualidad la fecha está fijada a continuación del Día de Todos los Santos.
El Domingo 2 de Noviembre a las 12 hs. Celebraremos la Santa Misa
A la memoria de todas aquellas almas que formaron parte de nuestra comunidad de fe integrando grupos apostólicos en la Parroquia Católica San Jorge:

Marisa Abdelahad de Attara
Elvira Abdo de Obelli
Florinda Abdo de Abdelahad
Mabel de Attara
Nelda de Addoumie
Amadita Baclini
Elvira Battija de Habelrih
Marí Ester Crer
Olga Jaiek
Beatriz Michati
Elvira Sauan de Cassis
Nura Sauan de Gazali
Adela Sauan de Speci
Tota Sauan
Jeanet Soso de Attara

Difuntos de la
Cofradía Santa Juana de Arco

Córdoba:
Juan Chain
Ana María (Chicha) Flores de Rognone
Antonio Hanna
Emilio Huespe

Raul Andalaf
Rimón Cassis
Elías Crer
Miguel Crer
Oscar Cura
Sobhi Gulam
Camilo Jaef
Jorge Jaef y hermanos
Manuel Juri
Antonio Kelzi
Rafael Kueter
Luis Leguizamón
Elías Massoud
Antonio Massoud
Jorge Rahi
Chumpy Sauan
Jorge Héctor Sauan
Salim (Fusilo) Sauan
Salim José Sauan
Jorge Simón
Elías Soso
Naim Teruz
José Yumatle


Que Descansen eternamente en la Paz del Señor…

NOTA: La alianza que tiene nuestro Obispo con su comunidad está representada en  el anillo que lleva en su mano.  Una vez más, vemos renovar  ese compromiso, al recordarnos a todos a participar  en la celebración de nuestros queridos difuntos, que con tanto esmero y dedicación trabajaron unos en la Comisión, otras en el Costurero, en la Liga de Madres, como acólitos, todos…. para hacer crecer la Buena Noticia!




Monseñor Ibrahim Salaméh M.S.P.

Lic.Susana Moreno. Catequista


[1] Un díptico es una especie de libreta, formada por la unión de dos tabletas, colocadas una sobre la otra y unidas por anillos o por una bisagra. Estas tabletas se hacían de madera, marfil, hueso o metal.

lunes, 27 de octubre de 2014

Jesús abre un claro que permite ver dos rostros: el rostro del Padre y aquel del hermano

“El Evangelista Mateo cuenta que algunos fariseos se pusieron de acuerdo para probar a Jesús. Uno de ellos, un doctor de la ley, le dirige esta pregunta : ‘Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?’. Jesús, citando el Libro del Deuteronomio, responde: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento’”.
Jesús, “habría podido detenerse aquí. En cambio Jesús agrega algo que no había sido preguntado por el doctor de la ley. De hecho dice: ‘El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo’”.
 


“Este segundo mandamiento tampoco lo inventa Jesús, sino que lo retoma del Libro del Levítico. Su novedad consiste justamente en juntar estos dos mandamientos – el amor por Dios y el amor por el prójimo – revelando que son inseparables y complementarios, son las dos caras de una misma medalla”.


 “El Papa Benedicto nos ha dejado un bellísimo comentario sobre este tema en su primera Encíclica Deus caritas est”.

El Papa había indicado  que “la señal visible que el cristiano puede mostrar para testimoniar el amor de Dios al mundo y a los demás, a su familia, y a su comunidad, es el amor por los hermanos”.

Justamente ésta muestra de amor fraterno, se vive semanalmente en la misa dominical, que se celebra  en buena medida, en idioma árabe, para seguir manteniendo vigente la tradición de los primeros inmigrantes llegados a la ciudad de Rosario, en la Parroquia Católica San Jorge.

Luego de la Santa Misa, los feligreses, comparten un momento “en familia”, con Monseñor Ibrahim, que desde hace tantos años, prepara un café árabe, para sus queridos feligreses.
Tony…amablemente lo convida, mientras se comparten temas de actualidad acerca de nuestra fe y de las entrañables tierras de Siria, Líbano y Palestina….


El Papa, continúa diciendo:“El mandamiento del amor a Dios y al prójimo es el primero no porque está encima del elenco de los mandamientos. Jesús no lo coloca al vértice, sino al centro, porque es el corazón desde el cual debe partir todo y hacia donde todo debe regresar y servir de referencia”.
“A la luz de esta palabra de Jesús ,  el amor es la medida de la fe, y la fe es el alma del amor. No podemos separar más la vida religiosa, de piedad, del servicio a los hermanos, de aquellos hermanos concretos que encontramos”.

Francisco señaló que “no podemos dividir más la oración, el encuentro con Dios en los Sacramentos, de la escucha del otro, de la cercanía a su vida, especialmente a sus heridas”.
En este sentido, Saiedna Ibrahim, nos pone al tanto de los padeceres de los familiares que residen en estas tierras, donde el deseo desmedido de algunos, a la fecha, no ha dado tregua: siendo la situación dolorosa emocional y concretamente porque comienzan a aparecer con urgente necesidad que puedan recuperarse los recursos propios que cada uno de estos países disponía, antes del conflicto.
“Acuérdense de esto: el amor es la medida de la fe. Tú ¿cuánto amas? Cada uno se responda ¿Cómo es tu fe? Mi fe es como yo amo. Y la fe es el alma del amor”.
El Papa destacó que “en medio de la densa selva de preceptos y prescripciones – de los legalismos de ayer y de hoy – Jesús abre un claro que permite ver dos rostros: el rostro del Padre y aquel del hermano”.
Jesús, dijo el Santo Padre, “no nos entrega dos fórmulas o dos preceptos: no son preceptos y fórmulas; nos entrega dos rostros, es más un solo rostro, aquel de Dios que se refleja en tantos rostros, porque en el rostro de cada hermano, especialmente el más pequeño, frágil, indefenso y necesitado está presente la imagen misma de Dios”.
Francisco indicó que “de esta forma Jesús ofrece a cada hombre el criterio fundamental sobre el cual edificar la propia vida”.
“Pero sobre todo Él nos dona el Espíritu Santo, que nos permite amar a Dios y al prójimo como Él, con corazón libre y generoso”.!![1]
Lic. Susana Moreno
Catequista

miércoles, 22 de octubre de 2014

El idioma árabe (en árabe: العربية al-ʻarabīyah o عربي/عربى ʻarabī, pronunciación: [alʕaraˈbijja] o [ˈʕarabiː])

En la comunidad católica melkita de Córdoba, unas de las actividades que se llevan a cabo es la enseñanza del idioma árabe. Las clases se dictan los días viernes, y está a cargo de la Sra. Odil.


En una primera aproximación a la lengua árabe, pondremos de relieve que, comprende tanto una variedad estándar que se observa en lectoescritura, en ocasiones formales y en medios masivos de comunicación,  como numerosos dialectos coloquiales, que a veces pueden resultar no tan comprensibles entre sí debido a diferencias fonológicas, mientras que mantienen mayor continuidad en el plano sintáctico.

Es el octavo idioma más hablado en el mundo (número de hablantes nativos) y es la única lengua oficial en veinte países y cooficial en al menos otros seis, y una de las seis lenguas oficiales de la Organización de Naciones Unidas.
La lengua árabe pertenece a la rama semítica meridional de la familia afroasiática.


El alfabeto árabe consta de 28 letras más algunas variantes entre signos y marcas que se consideran como si fueran letras.
El árabe no tiene las letras "P" y "G" (como 'pera' y 'gato') del español. Además, el árabe se escribe en oposición al español (va de izquierda a derecha).

En la actualidad el árabe estándar es comprendido por la mayoría de los nativos que lo hablan con mayor o menor corrección: es la lengua de la escritura, de la enseñanza, de las instituciones y de los medios de comunicación. [1]

Entretanto, el árabe dialectal, en toda su diversidad, es la auténtica lengua materna de los árabes. Se utiliza en el ámbito doméstico, en la conversación informal entre naturales de una misma área dialectal y en la canción y la poesía populares. Paralelamente el árabe clásico, o su versión más moderna, llamada árabe estándar, es la lengua también de la conversación entre árabes de áreas dialectales muy alejadas. Es una segunda lengua que se adquiere, generalmente, en la escuela.

El árabe dialectal, salvo contadas excepciones, no se escribe ni se estudia. Para la expresión escrita, incluso si es de carácter familiar, se usa el árabe clásico. Aunque es una afirmación un tanto simple, se suele decir que en un contexto formal "los árabes piensan en una lengua y se expresan en otra". Esto crea una situación de diglosia[2] que plantea problemas de mayor o menor calado según países y estratos sociales. No es un fenómeno exclusivo de la lengua árabe, ya que existe de igual modo, por ejemplo, en Italia.

Para finalizar, queremos expresar nuestro agradecimiento a Odil que mantiene “viva” nuestra cultura a través de las clases que, brinda en el salón parroquial, acerca de nuestra querido idioma de origen!

Mabrouk !!
!! مبروك

Lic.Susana Moreno
Catequista


[2]  Diglosia: es la situación de convivencia de dos variedades lingüísticas en el seno de una misma población o territorio, donde uno de los idiomas tiene un estatus de prestigio —como lengua de cultura,  de uso oficial— frente al otro, que es relegado a las situaciones socialmente inferiores de la oralidad, la vida familiar y el folklore.

sábado, 18 de octubre de 2014

Sacramento de la Primera Comuníon en Catedral San Jorge

En el día de hoy, un grupo de siete niños, recibirá el Sacramento de la Primera Comunión en la Catedral San Jorge de la ciudad de Córdoba. La Santa Misa será celebrada por Monseñor Ibrahim Salaméh y su horario de inicio será a las 19.30 hs. 
En la misma asistirán los padres, y familiares de los niños, que vivirán un momento de Gracia tan esperada, después de haber sido preparados por sus catequistas durante dos años.


Compartimos con ustedes un precioso poema del prestigioso catequista Marcelo Murúa; y previo al mismo una reflexión acerca de este quehacer evangelizador, que colaboró para que, hoy, un grupo de niños reciba el Sacramento de la Santa Comunión.


En forma permanente resuenan en mí estas palabras que vengo escuchando desde hace tiempo, en distintos lugares, junto a diferentes personas. Las recuerdo en reuniones de la Junta Nacional de Catequesis, en cursos y talleres que he compartido a lo largo de muchas diócesis del país.

Al escribirlas (y seguramente a tí al leerlas) me surgen del corazón y la memoria los rostros de tantas personas que el Dios Bueno me ha permitido conocer a lo largo de mi vida, que impregnaron en mí mismo, con su testimonio fecundo, el perfume de una vida de Catequista.
Pienso en mi mamá, mi primer catequista, que me leía aquellas historias fabulosas de los personajes bíblicos mientras almorzaba de pequeño.

Pienso en los queridos y recordados hermanos y sacerdotes marianistas, mis catequistas de la escuela, primaria y secundaria.

Pienso en doña Adela, la catequista del paraje "Costa del río Azul", cerca de El Bolsón, en los tiempos de misión (tan llenos de Dios).

Pienso en los nombres de mis amigos y amigas catequistas, con quienes he escrito, dado cursos, compartido reuniones diocesanas y nacionales.

Pienso en los miles de rostros que he conocido en tantas partes, anónimos, tan distintos, todos entrelazados por el mismo Espíritu.

Quiero hablar y compartir de lo que han visto mis ojos, y han escuchado mis oídos. Lo que han palpado mis manos y estrechado mis abrazos. Lo que he aprendido por el ejemplo y el testimonio. Lo que me ha contado el Dios Vivo en la vida de tantos hermanas y hermanas, que me enseñaron (y lo siguen haciendo) a descubrirme y re-conocerme en esta vocación compartida, apasionante, de "ser catequista".

Porque el Dios de la Vida ha tomado mi vida, y cambiado mi rumbo, para que me deje llevar
por su proyecto… soy catequista.(1)

                                               Tu pan es nuestro alimento

Me gusta comulgar, Señor.
Me gusta recibir tu Cuerpo
hecho pan de Vida.

Dame fuerzas para vivir
como vos nos enseñas:
amando a todos
y haciendo el bien.

Te pido que cada vez que comulgue
cambie en mi corazón.

Que crezca en la comprensión,
el perdón y la generosidad con los demás.
Ayudame a ser cada día mejor hijo,
mejor hermano, mejor amigo.

Que este alimento que recibo
me fortalezca y me de más fe.

Gracias Señor por ser
nuestro pan de cada día.

Marcelo A. Murúa
Copyrigth © Buenasnuevas.com 2002

 (1)No damos catequesis, somos catequistas". / Autor: Marcelo A. Murúa

miércoles, 15 de octubre de 2014

“El Padre nos ha dado la vida, Jesús nos ha dado la salvación, el Espíritu Santo, nos ama”

Jesús camina con nosotros, nos ayuda, nos guía – había explicado el Papa Francisco en diálogo con  niños de primera comunión.
Con la comunión nos da la fuerza, Él viene a nosotros. Pero ¿Un pedazo de pan me da tanta fuerza? Ha preguntado Francisco. ¡No! respondieron los chicos: Es el Cuerpo de Cristo. El Papa afirmó: Parece pan, pero es el Cuerpo de Jesús. Jesús viene a nuestro corazón.[1]

«Antes de» darnos su cuerpo y su sangre, ¿qué otra cosa importantísima nos da?... Su Palabra. ….que es algo así como planificar con nosotros lo que vamos a hacer durante el día y durante la semana. Así como preparamos nosotros nuestros planes, prepara el Señor los suyos con nosotros: «Me gustaría que estos días hiciéramos mejor..., o nos portáramos mejor con..., o amáramos más a...». Eso es lo que pretende el Señor al darnos el mensaje de su Palabra.[2]

Cuando los catequistas les cuentan, que Jesús deseaba verse rodeado de niños. Le gustaba abrazarlos y bendecirlos hasta el punto de llamarles la atención a sus discípulos, cuando éstos le impedían acercarse a los niños y enojado les comentaba: “Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidáis porque de ellos es el Reino de los Cielos”.


Celebración  de la Primera Comunión en Catedral San Jorge. Año  2014
Recuerdo, la espontánea pregunta llena de inocencia de uno de los niños… ¿qué es el cielo?”
La respuesta no pudo ser más bella: “El cielo es todo aquello que uno no puede alcanzar con la mano, sino con el corazón. Es, esa manzana que prende de un árbol y que deseas tomar, pero debido a tu altura, no puedes lograrlo sin ayuda de alguien.

El cielo es, el amor y el respeto que debemos a nuestros  familiares; a nuestros profesores; a nuestros amigos y compañeros. En definitiva a toda aquella persona con la que nos crucemos en nuestra vida.
Todo esto aquí en la tierra, es para nosotros el cielo, un lugar que existe más arriba de las estrellas.[1]



[1] http://es.catholic.net/op/articulos/42496/la-primera-comunin.html
[1] http://caminocatolico.org/home/el-evangelio-para-ninos/5022-papa-francisco-en-homilia-a-ninos-de-primera-comunion-el-padre-nos-ha-dado-la-vida-jesus-nos-ha-dado-la-salvacion-el-espiritu-santo-nos-ama

miércoles, 8 de octubre de 2014

Sínodo de la familia: Yo, católica y casada con un musulmán

La receta de Jeannette Touré, experta en el sínodo sobre la familia: "Estar en la verdad y llegar a un acuerdo con su marido… ¡y el Espíritu Santo!"



Jeannette Touré es presidenta nacional de las mujeres católicas en Costa de Marfil. Pero es también la esposa – desde hace 52 años – de un musulmán, y a esta mujer de fe cuyos hijos son bautizados y practicantes, ha sido llamada a participar, como experta, en el Sínodo de la Familia. Aquí su testimonio:

« Lamine (Touré) y yo nos conocimos en Francia, cuando éramos estudiantes. Decidimos casarnos y nuestros padres no se opusieron, pues cada uno seguiría su propia religión. Nos casamos en París, en el distrito 5. Hoy tenemos cinco hijos y seis nietecitos.

Tolerancia, diálogo, oración y perdón

Dado que llevamos 52 años de matrimonio, somos un punto de referencia para los jóvenes de religiones diferentes que quieren casarse. Ellos dicen: Mamá Touré lo ha conseguido, ¿por qué nosotros no? Para superar las dificultades, es necesaria la tolerancia, el diálogo, mucha oración y mucho perdón. ¡Estos elementos existen en el Corán!

Nosotros nunca rezamos juntos, cada uno lo hace por su lado: yo en mi rincón de la oración, él en su alfombra. Por la mañana, mientras yo voy a misa a las 6 y cuarto, él se queda rezando en casa. Para que esto funcione, es necesario confiar la pareja al Señor, a María y a san José, patrono de la Sagrada Familia. Sin el Señor, no se puede hacer nada. Con Él, todo es posible.

Nuestras tres hijas han estudiado en escuela de monjas. Después, ellas pidieron el bautismo. Su padre no se opuso. Sus hermanos siguieron su ejemplo. Cuando me preguntan: “¿cómo has hecho para que todos tus hijos sean católicos?”, yo respondo: nunca les he obligado. Ha sido el ejemplo de una mamá muy comprometida en la Iglesia; una mamá que vuelve de misa cantando y que da testimonio de que ella está alegre con su Dios.

Cuando mi marido hace su Ramadán, nosotros le ayudamos. Durante las fiestas musulmanas, toda la familia se implica y participa. Por su parte, mi marido lee la biblia, escucha la radio católica y sigue las audiencias del papa de los miércoles. Él está contento - ¡y orgulloso! – de que esté yo en el Sínodo. Me llama todos los días. Me decía: El Papa debería invitarme a mi también, ¡esto es discriminación!

Estar en la verdad y llegar a un acuerdo con mi marido… ¡y el Espíritu Santo!

En los matrimonios entre católico y musulmán, el problema viene sobre todo de las familias políticas musulmanas, especialmente de la suegra, que no quiere que el hijo o la hija se convierta. Yo nunca he tenido problemas con mi suegra. Por el contrario, el hermano mayor de mi marido ha creado dificultades.

A veces, la familia política obliga a la esposa católica a convertirse. Algunas aceptan, aunque siguen yendo a la Iglesia a escondidas. Yo les digo siempre: estad en la verdad y arreglaos con vuestros maridos. Les aconsejo también que recen al Espíritu Santo.
 


viernes, 3 de octubre de 2014

Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?

En el salmo respondemos:  R.- EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO.

Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; 2 bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. R

Lectura de la Epístola del apóstol Pablo a los Gálatas
   2, 16-21
16 conscientes de que el hombre no se justifica por las obras de la ley sino sólo por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las obras de la ley,nadie será justificado.
17 Ahora bien, si buscando nuestra justificación en Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores, ¿estará Cristo al servicio del pecado? ¡De ningún modo! 
18 Pues si vuelvo a edificar lo que una vez destruí, a mí mismo me declaro transgresor. 
19 En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: 
20 y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. 
21 No tengo por inútil la gracia de Dios, pues si por la ley se obtuviera la justificación, entonces hubiese muerto Cristo en vano.


SALMO
3 Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
4 rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura;
R

5 él colma tu vida de bienes,
y tu juventud se renueva como el águila.
6 El Señor hace obras de justicia
y otorga el derecho a los oprimidos.
. R

HERMANOS QUE JESÚS SEA BENDITO Y ALABADO

EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
Lucas 6, 31-36

31 Y lo que queráis que os hagan los hombres, hacédselo vosotros igualmente.
32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Pues también los pecadores aman a los que les aman.
33 Si hacéis bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? ¡También los pecadores hacen otro tanto!
34 Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente.
35 Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio; y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los ingratos y los perversos.
36 "Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo
.


Meditación del Papa Francisco
El rostro de Dios es el de un padre misericordioso, que siempre tiene paciencia. ¿Habéis pensado en la paciencia de Dios, la paciencia que tiene con cada uno de nosotros? 
Ésa es su misericordia. Siempre tiene paciencia, paciencia con nosotros, nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos si sabemos volver a Él con el corazón contrito. «Grande es la misericordia del Señor», dice el Salmo. [...] 
El problema es que nosotros nos cansamos, no queremos, nos cansamos de pedir perdón. Él jamás se cansa de perdonar, pero nosotros, a veces, nos cansamos de pedir perdón. No nos cansemos nunca, no nos cansemos nunca. Él es Padre amoroso que siempre perdona, que tiene ese corazón misericordioso con todos nosotros. 
Y aprendamos también nosotros a ser misericordiosos con todos. Invoquemos la intercesión de la Virgen, que tuvo en sus brazos la Misericordia de Dios hecha hombre. (S.S. Francisco, 17 de marzo de 2013)

Oraciones de los fieles
A cada petición contestaremos: "Concédelo Señor”
1. - Por la Iglesia; para que muestre su amor y su misericordia a un mundo tan alejado de ella. OREMOS

2. - Por el Papa, los obispos, los sacerdotes; para que revitalicen el sacramento de la reconciliación, del perdón y sus bendiciones lleguen a todos los hombres.  OREMOS

3. - Por los religiosos y religiosas de vida consagrada; para que su oración llegue a este mundo tan alejado del silencio y la interiorización. OREMOS

4. - Por todos los que nos injurian; para que no dejemos de hacerles el bien aunque nos cuesteOREMOS

5. - Por los que son incapaces de amar; para que el Señor toque su duro corazón y los regenere. OREMOS

6. - Por los que participamos de la Eucaristía; para que todo lo que hemos escuchado no se quede en simples palabras, sino que cuando salgamos lo pongamos en prácticaOREMOS