jueves, 29 de agosto de 2019

Sínodo para la Amazonía: Instrumentum Laboris


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Instrumentum laboris de la Asamblea Especial para la Región Panamazónica del Sínodo de los Obispos (6-27 octubre 2019), 17.06.2019.

El Papa Francisco anunció el día 15 de octubre de 2017 la convocatoria de un Sínodo Especial para la Amazonía, iniciando un proceso de escucha sinodal que comenzó en la misma Región Amazónica con su visita a Puerto Maldonado (19/01/2018). Este Instrumentum Laboris es fruto de ese largo proceso que incluye la redacción del Documento Preparatorio para el Sínodo en junio de 2018; y una amplia encuesta a las comunidades amazónicas.

El Instrumentum laboris consta de tres partes: la primera, el ver-escuchar, se titula La voz de la Amazonía y tiene la finalidad de presentar la realidad del territorio y de sus pueblos. En la segunda parte, Ecología integral: el clamor de la tierra y de los pobres se recoge la problemática ecológica y pastoral, y en la tercera parte, Iglesia Profética en la Amazonía: desafíos y esperanzas, la problemática eclesiológica y pastoral.

La evangelización en América Latina fue un don de la Providencia que llama a todos a la salvación en Cristo. A pesar de la colonización militar, política y cultural, y más allá de la avaricia y la ambición de los colonizadores, hubo muchos misioneros que entregaron su vida para transmitir el Evangelio. 

Este Sínodo se desenvuelve en torno a la vida: la vida del territorio amazónico y de sus pueblos, la vida de la Iglesia, la vida del planeta. En palabras de los mismos indígenas: “nosotros indígenas de Guaviare (Colombia) somos-hacemos parte de la naturaleza porque somos agua, aire, tierra y vida del medio ambiente creado por Dios. Por lo tanto, pedimos que cesen los maltratos y exterminio de la ‘Madre Tierra’. La tierra tiene sangre y se está desangrando, las multinacionales le han cortado las venas a nuestra ‘Madre Tierra’. Queremos que nuestro clamor indígena sea escuchado por todo el mundo”

“Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar que pisas es sagrado” (Ex 3,5)

Los bosques amazónicos cubren aproximadamente 5,3 millones de km2, lo que representa el 40% del área de bosque tropical global.

“Tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen” (Mc 8, 18)

El Papa Francisco nos plantea la necesidad de una nueva mirada que abra caminos de diálogo que nos ayuden a salir de la senda de la autodestrucción de la actual crisis socio-ambiental. Refiriéndose a la Amazonía, el Papa considera que es “imprescindible realizar… un diálogo intercultural en el cual [los pueblos indígenas] sean los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios. El reconocimiento y el diálogo será el mejor camino para transformar las históricas relaciones marcadas por la exclusión y la discriminación” (Fr.PM). Este diálogo local con el cual la Iglesia quiere implicarse, está al servicio de la vida y del “futuro del planeta” (LS 14).

“Nuestro servicio pastoral”, como lo afirmaron los Obispos en Aparecida, es un servicio “a la vida plena de los pueblos indígenas que exige anunciar a Jesucristo y la Buena Nueva del Reino de Dios, denunciar las situaciones de pecado, las estructuras de muerte, la violencia y las injusticias internas y externas, fomentar el diálogo intercultural, interreligioso y ecuménico” (DAp. 95).

Un diálogo a favor de la vida está al servicio del “futuro del planeta” (LS 14), de la transformación de mentalidades estrechas, de la conversión de corazones endurecidos, y de compartir verdades con toda la humanidad. Descubrimos nuestra identidad desde el encuentro con el otro, desde las diferencias y coincidencias que nos muestran la inabarcabilidad de la realidad y del misterio de la presencia de Dios.

 La vida en la Amazonía, entretejida por el agua, el territorio, y las identidades y espiritualidades de sus pueblos, invita al diálogo y al aprendizaje de su diversidad biológica y cultural. La Iglesia participa y genera procesos de aprendizaje que abren caminos de una formación permanente sobre el sentido de la vida integrada a su territorio y enriquecida por sabidurías y experiencias ancestrales. Tales procesos invitan a responder con honradez y estilo profético al clamor por la vida de los pueblos y de la tierra amazónica. Ello implica un renovado sentido de la misión de la Iglesia en la Amazonía que, partiendo del encuentro con Cristo, sale al encuentro con el otro iniciando procesos de conversión. En este contexto se abren nuevos espacios para recrear ministerios adecuados a este momento histórico. Es el momento de escuchar la voz de la Amazonía y de responder como Iglesia profética y samaritana.

Breve Reseña 
Parte I

Fuente Digital:
http://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2019/06/17/ins.html.

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