viernes, 26 de septiembre de 2025

Cada 30 de setiembre, celebramos a San Jerónimo, Doctor de la Iglesia

San Jerónimo, tradujo la Biblia del griego y el hebreo al latín. 
Es considerado Padre de la Iglesia, uno de los cuatro grandes Padres Latinos.

Fecha de la muerte30 septiembre de 420 d. C., Belén

Él fue un gran enamorado de Cristo y puso todo su empeño en conocerle más y en imitarle mejor. De aquí sus dos grandes ideales: la Sagrada Escritura y la vida monástica. Con este anhelo entre manos, vive unos pocos años en el desierto de Calcis y, después de otras andaduras, se retira a Belén, donde funda un monasterio en el que se dedica a las alabanzas divinas, a escudriñar la Palabra de Dios y a la penitencia.

Allí acabó sus días en el año 419 0 420.
Pero su espíritu persiste en el tiempo por su fama de santidad y por sus escritos, medios de que se sirvió la Providencia para que durante el siglo XIV diversos grupos de hombres, en España y en Italia, con deseos de vida perfecta, inspirándose en la vida y enseñanzas del santo, intentaran vivir su carisma bajo distintos aspectos, dando origen a otros tantos institutos de vida consagrada.

Nos situamos, pues, en el siglo XIV español. Un siglo decadente bajo todos los aspectos, también el religioso y eclesial. Pero suenan gritos de reforma. Y aquí es donde hay que colocar los orígenes de la Orden de San Jerónimo, que es uno de los primeros frutos de esa reforma deseada. Diseminados por distintos puntos de la geografía ibérica surgen grupos de ermitaños que profesan especial devoción y tienen un gran deseo de imitar a aquel santo y docto varón.
Estos ermitaños, entre los que destacan Pedro Fernández Pecha y Fernando Yáñez de Figueroa, después de varios años de vida eremítica, consideran que sería más provechoso atarse con los vínculos de alguna regla aprobada y deciden abrazar la vida cenobítica

Gregorio XI les concede esta gracia el 18 de octubre de 1373, les otorga la Regla de san Agustín, les permite que puedan hacer constituciones propias y que se llamen hermanos o ermitaños de San Jerónimo. Desde entonces comienza la evolución por constituir en monacato regular lo que tan espontáneamente nacía al soplo del Espíritu Santo.

Ya en 1415, fecha de la unión de la Orden, pueden contarse veinticinco monasterios. Siguen las fundaciones, principalmente en el siglo XVI, hasta llegar a 48 monasterios cuando llega la revolución liberal del siglo XIX, habitados entonces por unos mil monjes, que se ven obligados a abandonar para siempre sus monasterios. La suerte de estas casas fue muy diversa: los más acabaron en ruinas, otros fueron rescatados por la Iglesia o entregados a otras órdenes religiosas, otros quedaron convertidos en cualquier cosa: fábrica de cerveza, cebadero de cerdos, fincas de recreo...Pero cuando todavía no habían transcurrido los cien años que el derecho eclesiástico señala para la prescripción canónica, gracias a las oraciones y a las ayudas de las monjas jerónimas, a las que no había afectado la exclaustración, en 1925 se obtiene de la Santa Sede un rescripto de restauración, y ésta comienza en el Monasterio de Santa María del Parral, en Segovia. Más la república de 1931 y la guerra civil de 1936-1939 y dificultades de diverso género obstaculizan la marcha, hasta que puede constituirse el gobierno general en 1969.

En la actualidad existen dos comunidades, una en Santa María del Parral y otra en San Jerónimo de Yuste (Cáceres). La Orden Jerónima es una institución monástica, de tendencia puramente contemplativa, que en soledad y silencio, en asidua oración y animosa penitencia, pretende llevar a sus monjes a la unión con Dios, consciente, por otro lado, de que cuanto más intensa sea esta unión por su propia donación en la vida monástica, tanto más espléndida se hace la vida de la Iglesia y más vigorosamente se fecunda su apostolado.

En este clima, la vida del monje jerónimo se desarrolla dedicando la mañana al trabajo, medio normal para subvenir a sus necesidades, para ayudar al hermano necesitado y para mantener el equilibrio interior. La tarde la dispone para dedicarse con asiduidad a ejercicios de vida contemplativa e intelectual: oración lectura, estudio... Y en el curso del día, santificando todas las horas, la celebración cantada de la Liturgia de las Horas -las alabanzas divinas- y la Misa Conventual, primordial ocupación del jerónimo, que orienta toda su manera de vida, sus leyes y costumbres.Por otra parte, la hospitalidad es la forma más expresiva de la caridad del monje con el prójimo.

La experiencia tiene demostrada que es una forma exquisita y eficaz de apostolado. Es gratificante observar que, en medio de un mundo que introduce inquietud y disipación en el corazón del hombre, hay quienes -creyentes o no creyentes- llaman a la puerta del monasterio con el anhelo de vivir un tiempo en la soledad monástica para buscar al menos la paz interior.
Por eso la caridad pastoral impone a la comunidad monástica una fraterna acogida a todo el que quiera compartir seriamente su vida, siempre que queden garantizados dentro del monasterio la soledad, el silencio y el orden.

Junto a los Jerónimos, surgen las Jerónimas. Todo un linaje de claras y virtuosas mujeres que siguen sus huellas, como en otro tiempo las santas Paula y Eustoquia siguen a Jerónimo. La cosa comienza en Toledo.
Un grupo de mujeres de santa vida, entre las que destacan doña María García y doña Mayor Gómez, empiezan ejercitándose en obras de humildad y caridad y, por fin, se retiran a una casa de su propiedad para consagrar sus vida a Dios en oración y penitencia. Alma de esta floración es fray Pedro Fernández Pecha que en 1374 fundaba el Monasterio de Santa María de La Sisla en las proximidades de la ciudad. Él las atiende, las orienta y les va perfilando su modo de vida en todo semejante a la recién fundada Orden de San Jerónimo.

Este primer brote dio origen al Monasterio de San Pablo de "beatas de San Jerónimo", como se las comenzó a llamar. Se mantienen con gran fama de observancia y santidad y propagan por distintos lugares de España.

En la actualidad existen 17 monasterios, la mayoría de los cuales, a pesar de sus muchos avatares a través del tiempo, perseveran desde su fundación.




Referencia  bibliográfica:
Autor: Monasterio de Santa María del Parral | Fuente: www3.planalfa.es


martes, 16 de septiembre de 2025

Monasterio de Santa Tecla • Mar Takla (Maalula • Siria • Syrie • Syria •...


Santa Tecla, fue una mártir anatólica del siglo I, venerada como santa por la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. 
Tecla fue reverenciada como un modelo de castidad femenina por los primeros movimientos ascéticos cristianos, especialmente en Egipto, Siria y Armenia.​ Su culto estuvo muy difundido en las ciudades de Seleucia, Iconium (actual Konya) y Nicomedia. En la iglesia Ortodoxa, donde la gran difusión de los Hechos de Pablo y Tecla generó una fuerte veneración por Tecla, es considerada «protomártir entre las mujeres e igual a los apóstoles».

En su segundo viaje apostólico, hacia el año 48, San Pablo visita Iconio acompañado de Bernabé. Es una ciudad de Asia Menor que hoy forma parte de Turquía. Al entrar en la ciudad es invitado cortés y amablemente por Onesíforo a hospedarse en su casa.


Las puertas están abiertas a quien quiera escuchar el anuncio del Evangelio. A la casa van acudiendo las gentes. Pero, aparte de los que se reúnen, alguien más escucha la Palabra. Se proponen doctrinas nuevas que resultan inauditas y apasionantes como la continencia y la resurrección.

Frente a ese punto de encuentro tiene su hogar una familia noble y rica. Allí vive Tecla con sus dieciocho años. Es la hija bellísima y casadera que se embelesa con lo que le llega de la predicación del Apóstol. Su madre está inquieta y sumamente molesta porque sólo vive para escuchar lo que se está diciendo en la casa de enfrente; la ha visto como en éxtasis, ausente... ni siquiera come, día y noche está sin pestañear clavada en la ventana, no pierde detalle. Termina por comunicar a Tamiris, novio de Tecla, su preocupación. Todos los esfuerzos familiares se han aunado para hacerla desistir de su actitud y todos los razonamientos resultan vanos a la hora de intentar que la joven se olvide de lo que está escuchando. Ella ha tomado la resolución de abandonar su vida cómoda y sus planes de futuro matrimonio, sólo quiere seguir a Jesús de quien Pablo habla.

Entre los amigos primero y entre conocidos después va de boca en boca corriendo la noticia de lo que pasa a Tecla por escuchar a ese predicador acerca de un judío resucitado. La clase alta de la ciudad se conmueve hasta tomarse la resolución de acusar a Pablo a las autoridades por brujería y hechizos.

Pablo es encarcelado y Tecla, sobornando al carcelero, entra loca de alegría en la cárcel y escucha horas y horas las grandezas de Dios, sentada en el suelo junto a los hierros del preso. Pablo fue azotado cruelmente y penado con el destierro. El delicado amor de Tamiris se trueca ahora en desesperación y odio contra quien fue su amada y se prepara una hoguera donde Tecla va a ser castigada. Es salvada milagrosamente de las llamas y marcha de Iconio tras aquel hombre que inflama con el ardor de lo que predica. Ella misma va transmitiendo a todos el porqué de su modo de vivir, que es el amor.

Muy anciana ya Tecla es tragada por la tierra.
Este relato, forjado entre la verdad histórica y los entresijos de la fábula fue alimento en el amanecer del cristianismo para las primitivas comunidades cristianas
La dulce virgen doncella de Iconio, de la que no hay constancia en los escritos neotestamentarios, fue contemplada como la doctrina de Pablo personificada. Este apócrifo recorre el mundo cristiano oriental y occidental sin que se pueda acertar a establecer dónde está la historia y dónde la poesía o invención, pero en cualquier caso es paradigma de la entrega a Dios y de la fidelidad a su Palabra. 

Ya en el siglo XIV, una reliquia suya llegó de Armenia a Tarragona de la que es patrona.

Fuentes digitales: 
http://es.catholic.net/op/articulos/31969/tecla-de-iconio-santa
https://es.wikipedia.org/wiki/Tecla_de_Iconio
Actualización del artículo: 27.08.19

viernes, 5 de septiembre de 2025

Hermanos, el mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden, pero para los que se salvan, es fuerza de Dios.

La Iglesia Católica, muchos grupos protestantes y ortodoxos celebran la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz el 14 de septiembre, ya que ese día es el aniversario de la consagración de la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén en 335. También se dice que ese día se conmemora la recuperación de la Cruz por Heraclio en el 628 de manos de los persas, que la tenían en su poder desde 614.

Lecturas Dominicales: 
Santo Evangelio según San Juan 12:28-36
Primera carta de San Pablo a los Corintios 1:18-24
Santo Evangelio según San Juan 19:6-11, 13-20, 25-28, 30

Usamos de la señal de la Cruz de dos maneras: santiguándonos y persignándonos. Santiguarse es llevar las yemas de los dedos de la mano derecha de la frente al pecho y del hombro izquierdo al derecho (los orientales invierten el movimiento horizontal: y llevan la mano del hombro derecho al izquierdo para ser como un reflejo exacto de los movimientos del sacerdote que bendice).
Al mismo tiempo que uno se santigua dice: “In nomine Patris (+), et Filli (+), et Spiritus (+) Sancti. Amen” (En el nombre del Padre (+), y del Hijo (+), y del Espíritu (+) Santo. Amén)

Hay quienes acostumbran al final besar el dedo pulgar extendido sobre el índice formando una cruz, como reverencia y devoción al signo de nuestra redención. Sin embargo, por piadosa que sea esta práctica no forma parte del acto de santiguarse. Cuando se hace la señal de la cruz tomando el agua bendita se ha de decir primero, al sumergir los dedos en la pila: "Que esta agua bendita, nos sea salvación y vida"

Santigüémonos frecuentemente: cuando comenzamos el día, al salir de casa, al pasar delante de una iglesia, en los peligros y tentaciones, al entrar y salir de la iglesia, al oír blasfemar o jurar, al bendecir la mesa, al empezar una obra importante, al pasar frente a un cementerio o encontrarse con un cortejo fúnebre como señal de respeto a las ánimas de los difuntos, al volver al hogar y al encomendar nuestro sueño a Dios.

Además de santiguarnos también nos persignamos y lo hacemos con la yema del dedo pulgar de la mano derecha, haciendo pequeñas cruces respectivamente sobre la frente, los labios y el corazón y, acto seguido, santiguándonos. Al hacerlo decimos: Per signum (+) Sancta Crucis, de inimicis (+) nostris, libera nos (+), Domine Deus noster. In nomine Patris (+), et Filli (+), et Spiritus (+) Sancti. Amen” (Por la señal (+) de la Santa Cruz, de nuestros (+) enemigos líbranos (+), Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre (+), y del Hijo (+), y del Espíritu (+) Santo. Amén)

Esta manera de hacer la señal de la cruz se emplea para empezar algún ejercicio de piedad importante, como el Via Crucis, el Santo Rosario, las Coronas de Gozos y Dolores, las Novenas, la meditación, etc. 

También cuando, al entrar en la iglesia, después de santiguarnos con el agua bendita y hacer la genuflexión ante el tabernáculo, nos arrodillamos para empezar nuestras devociones.(1)

Hacer la señal de la cruz, sea santiguándose sea persignándose, es un acto de la virtud de religión, que debemos hacer con toda devoción y decoro y no,  de cualquier manera. Muchas veces parece que algunas personas hacen una mueca o un pase mágico en lugar de evocar el signo bendito y sagrado de nuestra salvación. 

Es como si nos avergonzáramos de que nos vieran y tratáramos de disimular. No: el cristiano ha de confesar a Cristo delante de los hombres (si no quiere que Jesucristo se avergüence de él delante de Dios Padre) y, por consiguiente, debe santiguarse o persignarse de modo sobrio, pausado y sin precipitaciones. Es una elemental regla de urbanidad para con Dios. 

Si nos esmeramos en homenajear a los grandes de este mundo al saludarlos, ¡cuánto más debe ser nuestro cuidado al dirigirnos a Dios e invocar su asistencia con la señal de la Cruz! 

Que ésta sea hoy la enseñanza del gran día de la Exaltación de la Santa Cruz.

(1)  http://costumbrario.blogspot.com.ar/2009/09/14-de-septiembre-la-exaltacion-de-la.html


miércoles, 23 de julio de 2025

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo


Mis amados hermanos, Toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de lo alto y desciende del Padre de las luces, en quien no hay cambio ni sombra de variación.  Por su propia voluntad, él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que fuéramos como primicias de sus criaturas. Stgo.1, 17-18
 
Cada 25 de julio, la Iglesia oriental recuerda a SANTIAGO Apostol. Hijo de Zebedeo, Santiago y su hermano Juan fueron llamados por Jesús mientras estaban arreglando sus redes de pescar en el lago Genesaret.

Recibieron de Cristo el nombre de: "BOANERGES", que significa  "HIJOS DEL TRUENO", por su impetuosidad. 
En los evangelios se relata que Santiago tuvo que ver con: 
El milagro de la hija de Jairo
Fue uno de los tres Apóstoles testigos de la Transfiguración
Jesús le invitó, junto con Pedro  a compartir mas de cerca Su oración en el Monte de los Olivos.

Los Hechos de los Apóstoles relatan que éstos se dispersaron por todo el mundo para llevar la Buena Nueva. Según una antigua tradición, Santiago el Mayor se fue a España. Primero a Galicia, donde estableció una comunidad cristiana, y luego a la ciudad romana de Cesar Augusto, hoy conocida como Zaragoza. La Leyenda Aurea de Jacobus de Voragine nos cuenta que las enseñanzas del Apóstol no fueron aceptadas y solo siete personas se convirtieron al Cristianismo. Estos eran conocidos como los “Siete Convertidos de Zaragoza”. Las cosas cambiaron cuando la Virgen Santísima se apareció al Apóstol en esa ciudad, aparición conocida como la Virgen del Pilar. Desde entonces la intercesión de la Virgen hizo que se abrieran extraordinariamente los corazones a la evangelización de España.1

Las investigaciones más recientes sitúan en el siglo IV, en el entorno de los Padres Capadocios, el texto más antiguo referente a la venida de uno de los Apóstoles a España.

De la misma época es un texto de san Jerónimo que afirma que el Apóstol que predicó en España fue enterrado allí. Sin embargo, estos textos  son tomados con algunos reparos por muchos de los historiadores contemporáneos; quienes prestan más fe a una hipótesis tan fantasiosa como la del enterramiento de Prisciliano... 

Con todo, es verdad que, hasta ahora, no había ninguna evidencia anterior al siglo IX sobre la tumba concreta del Apóstol Santiago. Esto es lo que ha cambiado ahora: tenemos inscripciones que evidencian un culto funerario particular a Santiago, al menos ya en el siglo II, en la cripta de la catedral compostelana. Secundariamente, esto implica que esa parte de la cripta se ha preservado mejor de lo que algunos especialistas suponían. Además, sabemos ahora que Atia Modesta, la dueña del mausoleo, era cristiana: una de las primeras cristianas de España.2



Revista Allah Mahabba. Año XVII. Julio 2017. Edición Digital

Nota: A partir de la última Edición Impresa N° 50, Año XVI de diciembre del 2016, la Revista Allah Mahabba, continuará sus ediciones bajo este formato digital.

https://carlossantostefano.blogspot.com.ar/search?q=santiago . Recuperado 25.07.17
2 http://www.abc.es/espana/galicia/abci-enrique-alarcon-siglo-rendia-culto-funerario-apostol-santiago-201610021210_noticia.html

miércoles, 16 de julio de 2025

San Elías: Celebración el 20 de Julio.

En nuestra colectividad muchos llevan el nombre del Profeta, honrando la vida y tratando de imitar sus cualidades.
En oriente varias Iglesias  se erigen en su nombre.
Para recordar presentamos a  continuación  un breve relato de su vida:
Nació en la Transjordanía más o menos, el año 900 antes de Jesucristo. Para aquel entonces ya se había dividido el pueblo elegido en dos reinos, quedando al norte Israel (capital Samaria) y al sur Judá (capital Jerusalén).

Hemos de acudir a las Sagradas Escrituras para conocer lo que le sucedió al profeta cuyo nombre habla mucho de Dios (“Mi Dios es Yahvé” significa “El” y “IA”). Allí, en concreto en 1 Re 17-19-21 y 2 Re 1-2.

Elías cumplía con su misión de profeta  que le había encomendado Dios y unge a Eliseo como su sucesor. Entonces, mientras caminaban, un carro de fuego arrebató a Elías de la tierra y lo subió al cielo.

De Elías, de su forma de ser y de su forma de comportarse, podemos extraer dos buenas conclusiones: llevó una vida contemplativa en intimidad con Dios (“Vive el Señor, en cuya   presencia yo vivo, yo estoy”, en 1 Re 17,1) y una vida apostólica en el que manifestó un celo por la gloria de Dios y la justicia divina muy dignas de tener en cuenta (“Me abraso de celo por el Señor, Dios de los ejércitos”, en 1 Re 19,10).

Podemos dirigirnos a San Elías con la siguiente oración:
Dios todopoderoso y eterno, que concediste a tu Profeta Elías, nuestro Padre, vivir en tu presencia y arder por el celo de tu gloria, concédenos buscar siempre tu rostro y ser en el mundo testigos de tu amor. Amén.
San Elías, ruega por nosotros.

Lic. Jorgelina Chale
Catequista


*Publicado en la Revista Allah Mahabba. Edición Impresa. N° 46. Año XV, agosto del 2015. Argentina


viernes, 27 de junio de 2025

Solemnidad conjunta de San Pedro y San Pablo

La solemnidad conjunta de Pedro y Pablo es la conmemoración del martirio en Roma de los apóstoles Simón Pedro y Pablo de Tarso, celebrada el 29 de junio. Es una de las mayores celebraciones religiosas para los cristianos católicos y ortodoxos.
La fecha podría ser el aniversario de sus muertes o del traslado de sus reliquias.1
En el Santoral católico, es celebrado como solemnidad.


En las últimas décadas, esta fiesta ha sido de importancia para el moderno movimiento ecuménico como una ocasión en la que el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla han oficiado servicios diseñados para que sus iglesias vivan ésta celebración  más cerca de intercomunión, como participación en lo común. Este es especialmente el caso durante el pontificado de Juan Pablo II, tal como se refleja en su encíclica, Ut Unum Sint (25 de mayo de 1995), en castellano: Que sean uno.
Tal expresión de voluntad de parte de Cristo para con sus discípulos,  venía amparada por la misma voluntad de Su Padre que, lógicamente, no debía querer separación entre la semejanza que había creado.
De Pedro, recordamos que,  vivió momentos muy importantes junto a Jesús:
  • Vio a Jesús cuando caminó sobre las aguas. Él mismo lo intentó, pero por desconfiar estuvo a punto de ahogarse.
  • Presenció la Transfiguración del Señor.
  • Estuvo presente cuando aprehendieron a Jesús y le cortó la oreja a uno de los soldados atacantes.
  • Negó a Jesús tres veces, por miedo a los judíos y después se arrepintió de hacerlo. 
  • Fue testigo de la Resurrección de Jesús.
  • Jesús, después de resucitar, le preguntó tres veces si lo amaba y las tres veces respondió que sí. Entonces, Jesús le confirmó su misión como jefe Supremo de la Iglesia.
  • Estuvo presente cuando Jesús subió al cielo en la Ascensión y permaneció fiel en la oración esperando al Espíritu Santo.
  • Recibió al Espíritu Santo el día de Pentecostés y con la fuerza y el valor que le entregó, comenzó su predicación del mensaje de Jesús. Dejó atrás las dudas, la cobardía y los miedos y tomó el mando de la Iglesia, bautizando ese día a varios miles de personas.
  • Realizó muchos milagros en nombre de Jesús.
Mientras que Pablo, yendo hacia  Damasco, se  le apareció Jesús                                                        en  medio  de  un  gran  resplandor,
cayó en tierra y oyó una voz que le decía: 
“Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” ( Hechos de los Apóstoles 9, 1-9.20-22.). 
Con esta frase, Pablo comprendió que Jesús era verdaderamente Hijo de Dios y que al perseguir a los cristianos perseguía al mismo Cristo que vivía en cada cristiano. Después de este acontecimiento, Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos no veía nada. Lo llevaron a Damasco y pasó tres días sin comer ni beber. Ahí, Ananías, obedeciendo a Jesús, hizo que Saulo recobrara la vista, se levantara y fuera bautizado. Tomó alimento y se sintió con fuerzas. 
Estuvo algunos días con los discípulos de Damasco y después empezó a predicar a favor de Jesús, diciendo que era el Hijo de Dios. Saulo se cambió el nombre por Pablo. Fue a Jerusalén para ponerse a la orden de San Pedro.[1]

Los cadáveres de San Pedro y San Pablo estuvieron sepultados juntos por unas décadas, después se les devolvieron a sus sepulturas originales. En 1915 se encontraron estas tumbas  pintadas en los muros de los sepulcros, expresiones piadosas que ponían de manifiesto la devoción por San Pedro y San Pablo desde los inicios de la vida cristiana.
Se cree que en ese lugar se llevaban a cabo las reuniones de los cristianos primitivos. Esta fiesta doble de San Pedro y San Pablo ha sido conmemorada el 29 de Junio desde entonces.

El sentido de tener una fiesta es recordar lo que estos dos grandes santos hicieron, aprender de su ejemplo y pedirles en este día especialmente su intercesión por nosotros.[2]

jueves, 19 de junio de 2025

La Eucaristía es el tesoro más valioso que la Iglesia ha heredado de Cristo

http://es.luisapiccarretaofficial.org/news/amame-por-todos-saciame-de-amor/200

Corpus Christi (Cuerpo de Cristo), es una fiesta tradicional  religiosa y popular celebrada con mucha devoción, luego de 60 días contados a partir del Domingo de Resurrección. 
Se celebró por primera vez en 1246 en Lieja (Bélgica), promovida por la religiosa Juliana de "Mont Comillon" en el siglo XIII, con la idea de celebrar una festividad en honor al Cuerpo y la Sangre de Cristo, presente en la Eucaristía. 
Juliana, desde su temprana juventud, tuvo una gran veneración por el Santísimo Sacramento, y siempre anheló una fiesta especial en su honor. Se afirma haberse incrementado este deseo por una visión de la Iglesia bajo la apariencia de la luna llena que tenía un punto negro, el cual significaba la ausencia de tal solemnidad. Ella hizo conocer sus ideas a Robert de Thirete, entonces Obispo de Lieja, al erudito Dominico Hugo, más tarde cardenal legado en los Países Bajos, y a Jacques Pantaléon, entonces Archidiácono de Lieja, después Obispo de Verdun, Patriarca de Jerusalén. 
En 1264 fue instituida como festividad por el papa Urbano IV, mediante la bula “Transitur us hoc mundo”.
Este Oficio, compuesto a solicitud del papa por el Doctor Angélico Santo Tomás de Aquino, es uno de los más bellos en el Breviario Romano y ha sido admirado aún por los Protestantes.
En la Iglesia Griega la fiesta del Corpus Christi se conoce en los calendarios de los Sirios, Armenios, Coptos, Melquitas, y en los Rutenianos de Galicia, Calabria y Sicilia.
La Iglesia vive de la Eucaristía. Esta verdad no expresa solamente una experiencia cotidiana de fe, sino que encierra en síntesis el núcleo del misterio de la Iglesia. Ésta experimenta con alegría cómo se realiza continuamente, en múltiples formas, la promesa del Señor: « He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo » (Mt 28, 20); en la sagrada Eucaristía, por la transformación del pan y el vino en el cuerpo y en la sangre del Señor, se alegra de esta presencia con una intensidad única. Desde que, en Pentecostés, la Iglesia, Pueblo de la Nueva Alianza, ha empezado su peregrinación hacia la patria celeste, este divino Sacramento ha marcado sus días, llenándolos de confiada esperanza.
Los Apóstoles que participaron en la Última Cena, ¿comprendieron el sentido de las palabras que salieron de los labios de Cristo? Quizás no. Aquellas palabras se habrían aclarado plenamente sólo al final del Triduum sacrum, es decir, el lapso que va de la tarde del jueves hasta la mañana del domingo. En esos días se enmarca el mysterium paschale; en ellos se inscribe también el mysterium eucharisticum.

https://vito-lavitaebella.blogspot.com/2018/05/o-cristiano-che-pieno-di-fede-vieni.html?spref=pi&m=1
Del misterio pascual nace la Iglesia. Precisamente por eso la Eucaristía, que es el sacramento por excelencia del misterio pascual, está en el centro de la vida eclesial. Se puede observar esto ya desde las primeras imágenes de la Iglesia que nos ofrecen los Hechos de los Apóstoles: « Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones » (2, 42).La « fracción del pan » evoca la Eucaristía. Después de dos mil años seguimos reproduciendo aquella imagen primigenia de la Iglesia. 
Esto nos lleva a sentimientos de gran asombro y gratitud. El acontecimiento pascual y la Eucaristía que lo actualiza a lo largo de los siglos tienen una « capacidad » verdaderamente enorme, en la que entra toda la historia como destinataria de la gracia de la redención. 
Al final de cada Santa Misa también nosotros nos pondremos en camino, llevando el cuerpo de Cristo escondido en nuestro corazón y muy visible en el ostensorio. Acompañaremos el Pan de vida inmortal por las calles de la ciudad donde vivimos. Lo adoraremos y en torno a él se congregará la Iglesia, ostensorio vivo del Salvador del mundo.
Ojalá que todos los cristianos fortalecidos por su Cuerpo y su Sangre, muestren a Cristo a todos con su modo de vivir:  con su unidad, con su fe gozosa y con su bondad.
Que nuestra comunidad melkita recomience intrépidamente desde Cristo, Pan de vida inmortal.
Y tú, Jesús, Pan vivo que da la vida, Pan de los peregrinos, "aliméntanos y defiéndenos, llévanos a los bienes eternos en la tierra de los vivos". Amén.

"Cuando salían de la Divina Liturgia, todos los hombres y mujeres eran como Teóforos, es decir "portadores de Dios". Todos habían comulgado. Y en sus venas corría la sangre de Dios. Eran hijos de Dios y deificados. Y saliendo de la iglesia, marchaban con precaución. Como se marcha cuando se lleva algo inestimable..."


Referencias digitales:
https://www.aciprensa.com/Docum/eclesiaec.htm. Recuperado 29.05.18
http://www.mercaba.org/OSSERVATORE/2001-06-22/homilia_corpus.htm. Recuperado 29.05.18

sábado, 7 de junio de 2025

El Lunes de Pentecostés

El Lunes de Pentecostés o celebración del Espíritu Santo, conmemora el final del periodo de Pascua y pone termino a ese período litúrgico.

Como es costumbre de la Iglesia, al día siguiente de cada gran fiesta, se honra a aquellos a través de los cuales tuvo lugar el evento celebrado.

En este día adoramos de manera particular a nuestro Dios, en la hipóstasis del Espíritu Santo, el Consolador prometido por el Salvador a sus discípulos ( Jn 14,16 ), que descendió sobre ellos en Pentecostés y los guió "a toda la verdad. . » ( Jn 16,13 ), y que a través de los Apóstoles y sus sucesores sigue guiándonos a todos.

Ocurre el quincuagésimo día del tiempo de Pascua o Domingo de Resurrección y a ello se debe su nombre.

La festividad celebra la venida del Espíritu Santo y el nacimiento de la Iglesia. En el ámbito religioso es una de las fiestas más importantes después de la Navidad y la Pascua. Al estar sujeta al periodo pascual, es una fecha de tipo móvil dentro del calendario de días festivos.

Pentecostés, era una de las tres grandes fiestas judías y se celebraba con una procesión hacia el templo de Jerusalén, los judíos marchaban hasta allí para alabar a Dios y darle gracias.

Para la religión cristiana, Pentecostés tiene una significación profundamente espiritual porque simboliza la llegada del Espíritu Santo y el descenso sobre sus apóstoles. En ella la obra de Jesucristo es esparcida sobre la tierra. Es la confirmación de la promesa de Jesús de bautizar las almas de sus discípulos y de todas aquellos que creyeron en su palabra.

Es por ello que la celebración de Pentecostés celebra la unión espiritual de todas las almas, que, por medio del bautismo, reciben al Espíritu Santo representado en la figura de Jesús. En Efesios 4:4-6, se relata el significado de su venida de esta manera:” Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.

Espíritu Santo, dame tu luz, con la confianza de un niño pido también la intercesión de mi ángel de la guarda, de modo que tenga la docilidad para escuchar la Palabra y seguirla, como una oveja sigue a su pastor.

https://www.calendarr.com/espana/lunes-de-pentecostes/ Recuperado 24.05.2021

Hipóstasis es un término de origen griego usado a menudo, como equivalente de ser o sustancia. Puede traducirse como «ser de un modo verdadero», «ser de un modo real» 

 https://ec.aciprensa.com/wiki/Uni%C3%B3n_hipost%C3%A1tica/ Recuperado 24.05.2021

Consiste en la creencia de que Dios es uno y trino, es decir, es una unidad conformada por tres personas divinas relacionadas entre sí: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. A este principio de comunión de tres personas en un solo Dios se le conoce también como hipóstasis.