domingo, 27 de diciembre de 2015

EL GRAN SECRETO QUE TIENEN ES: LA FE


“Soy simplemente una transmisora de lo que está pasando en Siria. El  testimonio que traigo es el de ellos. El de este     pueblo, su gente”. Así   comenzó su  conferencia en Rosario, la Hermana   María Guadalupe Rodrigo, religiosa argentina del Instituto del Verbo        Encarnado y que lleva dieciocho años de residencia en Oriente Medio. Los cinco últimos en la ciudad de Alepo, Siria.
“Como saben nací en Villa Mercedes, San Luis. Allí estudié la primaria, la  secundaria y empecé la Universidad. Empecé a estudiar Economía, Contador Público Nacional. Pero eso no me       llenaba. Yo tenía dieciocho años. No encontraba lo que me llenaba hasta que hice un ejercicio espiritual ignaciano y me di cuenta de que Dios me estaba   llamando a consagrarme a él completamente en la vida religiosa, en la vida misionera. Fue un instante que me hizo realmente feliz y un instante que dura hasta hoy. Veintitrés años y que no se ha interrumpido.
“Ingresé a la Familia religiosa del Verbo Encarnado que es una congregación   fundada aquí en Argentina en San Rafael Mendoza por un sacerdote llamado    Carlos Buela, fundado en el año 1984 a la rama masculina y en el 1988 la rama femenina de las misioneras.(Más información e historia de la Congregación y su fundador en: http://www.iveargentina.org/)
“Tras varios años de estudio y de formación finalmente mis superiores me propusieron formar parte de la comunidad que iba a partir a Medio Oriente. En aquel momento era a Belén, en el año 96. Allí nos dedicamos dos años al estudio de la lengua árabe. Un idioma hermosísimo que doy gracias a Dios por haber podido estudiar y  conocer.”
“Estuve dos años en Tierra Santa y después pasé a Egipto. Estuve doce años en Egipto. Una misión muy intensa con mucho trabajo apostólico. Me  desempeñé en la Congregación como Regional y por eso viajaba mucho Tuve a mi cargo a las hermanas en Siria, en Irak, en Túnez, en Jordania, en Israel, Palestina, y por supuesto en Egipto.

“Pasados estos doce años mi salud estaba resentida. Había terminado mi cargo por tres períodos
“Es cuando mis superiores me ofrecen que busque un lugar tranquilo donde  descansar. Parece un chiste y yo elegí a Siria. ¡Lo elegí yo, encima no le puedo echar la culpa a nadie! Pero porqué lo cuento porque Siria era un país en el que realmente uno podía ir a descansar.
“Porque en el Medio Oriente, aunque es tierra cristiana, los cristianos son una minoría. En realidad en todos estos    países son perseguidas y sino   perseguidas, discriminadas y se siente esa hostilidad.
“En Siria, esto no pasaba. Había buena convivencia entre cristianos y musulmanes. Es más, en el mismo grupo de amigos había cristianos y  musulmanes.
Cosas que yo no había  visto nunca y eso se percibía en el ambiente, se respiraba. Por eso digo que era un lugar muy calmo, muy tranquilo. Ideal para descansar.
“Este “Bienestar religioso”, por así    decirlo, estaba favorecido por el  gobierno laico de Bashar Al Assad.    Ustedes saben que el presidente sirio pertenece a la tribu de los alauitas. Una de las tribus más moderadas en el Islam.
“El como su padre no impusieron la ley islámica. Por eso había  libertad religiosa con beneficios y derechos para las minorías porque los alauitas son una  minoría y por eso siempre han protegido a las minorías religiosas.
Los cristianos siempre se sintieron protegidos por la dinastía Al Assad. ¨Pero no solo eso, sino también el bienestar     económico de este país. Un país        próspero, que no tenía deuda externa y era independiente ya que se autoabastecía. SIRIA NO NECESITABA DE    NADIE. Recursos naturales, petróleo, mucho comercio. Fíjense la posición geográfica de Siria. Un país muy        importante para la economía del oriente medio. Eso también nos hace entender porque Siria es tan codiciada. Porque se provocan y se programan estas guerras.
“Nosotros tenemos nuestra misión en Alepo, en el Obispado de Alepo, la    segunda ciudad en importancia de Siria. Atendemos la catedral, nosotras          colaboramos en la Pastoral y tenemos una pensión para chicas universitarias que vienen de los pueblos, que no tienen recursos y vienen a Alepo a estudiar. Una ciudad que tenía un nivel académico envidiable.
“¿Entonces, qué pasa en el 2011 en un país que tenía bienestar y no tenía      problemas sociales? Un país en el que no había desocupación y Que tenía bienestar económico y mucha seguridad.
Es cierto que había grupos minoritarios que no estaban de acuerdo con Al Assad. Pero no eran grupos que buscaban mayor bienestar económico, sino más  fundamentalismo religioso.
“En Siria se dormía con la puerta abierta de noche.
“Entonces, con todos estos antecedentes, uno se da cuenta como todo esto se fue montando desde afuera. Nosotros tenemos un problema y es: juzgar al Oriente con criterios occidentales. Y la gente que organizó todo esto lo pensó muy bien. Sabe cómo manejar a la opinión pública para tener apoyo. Nos hablan de que los árabes estaban cansados de dictaduras y no soportaban más la opresión en que vivían y entonces salen a las calles a buscar “democracia”. Como si los sirios hubieran tenido algo que envidiar a las democracias occidentales. Cuando a mí me preguntan yo les digo, estas guerras no empezaron en la calle. Esta guerra se planeó en un escritorio. Entonces se desata la llamada Primavera Árabe, los árabes que salen a la calle en busca de la democracia y esto para occidente es una explicación lógica.
“Pero para los sirios, después de la  Primavera, llegó el crudo invierno.
“Veíamos lo que ocurría en Túnez, en Libia, en Egipto y finalmente llegó a  Siria. Todo comenzó con   manifestaciones en un pueblo llamado Deraa. Pero ¡oh casualidad! En nuestro pensionado tenemos a muchas chicas de ese pueblo y sus familiares alarmados les contaban: han llegado al pueblo mucha gente de afuera, hablan otros dialectos. No son sirios.
“Y comenzaron los ataques a los cristianos. Los descuartizaban y los ponían en contenedores con un cartel. No tocar. Es cristiano.
“Todos estos grupos fundamentalistas islámicos tienen un solo objetivo: hacer del mundo una sola nación islámica.
La intolerancia que como ellos mismos han declarado, hoy están en Siria e Irak, pero van a llegar a Europa y van a seguir.
“Buscan un objetivo religioso de intolerancia total, hacia los cristianos en primer lugar. Pero hacia todo tipo de  infiel. Los infieles son todos los que no viven el fundamentalismo que viven ellos. Y los musulmanes también están siendo perseguidos. Sobre todo los  grupos más abiertos. Estos grupos  fundamentalistas son los que vemos   adelante que están llevando a cabo esta masacre, pero detrás de ellos están los que no se ven y que en realidad son los más culpables y son los que están  financiando a estos grupos, están  alimentando esta guerra. La provocaron. Y la mantienen. ¿Por qué? Por intereses económicos. Y son los grandes de  occidente, los que se llenan la boca con los derechos humanos y la democracia, los que mantienen a estos grupos  fundamentalistas y a los que no les     interesa para nada el bienestar del    pueblo. Pero ¿por qué no le preguntan al pueblo que es lo que quiere?, ¿Por qué imponerles cosas desde afuera? Cuando esto comenzó la gente salió a la calle para apoyar a su presidente. Pero cuando la gente salió a la calle, y esto lo hemos visto nosotros en la prensa internacional, decían: la gente salió a las calles para pedir a su presidente que se vaya.
“Claro, occidente no entiende árabe ni estas manifestaciones pacíficas. Y fue siempre así. Llevamos años así. Un    pueblo silenciado por occidente. Este pueblo está sufriendo guerra y  persecución. Pero lo que más les duele es el abandono de occidente, la tergiversación de la información y que occidente se haya hecho cómplice con su silencio.
“Cuando fueron las elecciones hace dos años, la gente expuso su vida, literalmente para ir a votar porque ese día llovían proyectiles. Fue heroico para esa gente llegar a las mesas para votar. Pero ellos querían manifestar realmente lo que pensaban. Al Assad ganó por más del 90% pero para occidente fue fraude.
“Y llegaron a Alepo, por la periferia. La ciudad estuvo sitiada, bloqueada completamente por más de un año. El ejército se enfrentó con los rebeldes en la periferia y esos enfrentamientos  continúan hasta el día de hoy pero no lograron liberar las puertas de acceso hasta pasado un año.
“Que significaba esto, nadie entraba, nadie salía. Una ciudad de cinco millones de habitantes que no recibe insumos durante más de un año. Se  acabó el combustible y el gas y la gente, que lo tenía todo comenzó a arrancar las ramas de los árboles para calentarse y cocinar.  Desde entonces tenemos agua una vez cada ocho o diez días y luz una hora. Se acabó la  verdura, que viene del campo, la carne, la harina. Se acabó la fruta. Se  terminaron todos los alimentos  perecederos. No entró un camión de alimentos por más de un año.Estuvimos sobreviviendo con arroz, con fideos, con enlatados. Con lo que iba quedando en los supermercados. Y la gente decía en aquel tiempo. “Nos están dejando morir de hambre y de sed mientras el mundo no lo sabe” y esto no salía en las noticias internacionales. Esto no es un error. Esto estaba pensado desde el comienzo. Nadie podía entrar ni salir. Y estuvimos viviendo así más de un año y medio. En los supermercados no quedaban ni fósforos, velas, pilas. La escasez fue terrible. Además el combate permanentemente. Ellos disparaban (los terroristas) especialmente hacia los    barrios cristianos. En las zonas que   tomaban (especialmente las zonas  cristianas) les daban a sus habitantes dos horas para irse. Dos horas no son nada, más si hay niños o ancianos. Por eso   mucha gente se quedó en su casa a      esperar la muerte. Los terroristas        ocupaban las casas abandonadas. A los cristianos le daban la posibilidad de   salvarse si se  pasaban al islam.
“Nadie habla de la masacre que se le está realizando a los cristianos. Y como se tapa esto, con el tema de los refugiados. Y si esto no se termina, cada vez va a haber más refugiados. Los cristianos se han refugiado especialmente en El Líbano y en Jordania. No hay un lugar seguro. Disparan contra toda la ciudad. Han destruido todo, especialmente la zona antigua de la ciudad, las iglesias, y también la zona céntrica está totalmente destruida. Dormimos en los sótanos que nos sirven de refugio. Los días se     transformaron en meses y los meses en años. Son cinco años y la gente se empezó a acostumbrar y empezó a salir, con cuidado y muy atentos. Observando todo para evitar ser víctima de los  francotiradores.
La gente va a la iglesia igual, incluso todos los días. De hecho, ellos están acostumbrados a despedirse cuando    salen, porque no saben si van a regresar vivos a sus hogares. Los niños se  despiden de su familia cuando van a la escuela porque no saben que puede    ocurrirles. Cuando ocurren las  explosiones, uno debe protegerse detrás de algo contundente para evitar las esquirlas. Los proyectiles llueven        permanentemente. Para Navidad y  Pascua, llueven los proyectiles y las   iglesias están llenas de fieles.
La asistencia sanitaria ha colapsado  totalmente. Después de las lluvias de proyectiles llegan los camiones que     recogen los restos de las personas en  bolsas y los llevan a la morgue. Para   evitar las pestes. Esto es lo que vive la gente cotidianamente. Sin embargo se duplicó la gente que venía a misa. Esta gente más sufre, más rezan. Más los   persiguen, son más fuertes.
“Lo que están haciendo con los cristianos no se puede creer, decapitaciones, niños enterrados vivos, gente a la que se la  golpea para que reniegue del cristianismo y prefieren morir antes de hacerlo.
El gran secreto que tienen ellos es la fe, y por eso sonríen, porque sonríen con el alma. “Que dicen ellos: antes la primera preocupación era la vida social y las preocupaciones del mundo, pero hoy, la guerra vino a ponernos las cosas en su lugar. Hoy está primero Dios y mi alma y después todo lo demás sale como    corresponde.
“Ese contacto permanente con la muerte hace que nuestra alma sea más valiosa. Uno piensa en la muerte no todos los días sino varias veces al día. Este puede ser el último día de mi vida.
Cómo quiero vivirlo. Por eso hasta las relaciones familiares han mejorado. Por eso la preocupación por la vida del alma y después viene todo lo demás. Por eso sus perseguidores no pueden con ellos.
“Milagros escuchamos todos los días entre los cristianos. Milagros que ocurren a nuestro alrededor. Por eso para   nosotros como misioneros es un  privilegio compartir nuestra vida con esta gente.
“Tenemos dos páginas: s.o.s. cristianos en Siria y Amigos de Irak.
“¿Cómo nos pueden ayudar? Recen, cuenten lo que han escuchado y difundan nuestras páginas en las que contamos todo lo que se está viviendo en Siria.
“Esto nos alienta a manifestar nuestra fe. No es fácil ser un buen cristiano.
Pero ellos en una situación extrema nos están mostrando que se puede ser una buena persona.
Un buen cristiano. Nos enseñan, nos dan una lección.
Ellos esperan que ustedes sigan rezando por ellos.
Pídanle al mundo que rece.
Porque una manera de que esto se pueda detener es que se conozca lo que está ocurriendo.
Que se conozca lo que realmente está pasando. Y ayudar, colaborar, enviar  ayuda. Porque están necesitando de    todo”.
Editado por
Mgter Diana Farcuh


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