jueves, 6 de junio de 2024

Reconciliarse es.....

Deponer las diferencias.
Acordar los ánimos desunidos con madura reflexión.
Armonizar  logrando una feliz combinación de elementos diferentes.
Unir dos o más alineaciones u opiniones diferentes.
Convenir una posición con otra.
Moderar, templar, corregir, arreglar.
Compaginar, restaurar, restablecer, curar.
Ordenar, reparando lo desordenado, descompuesto o interacciones diferentes.
Conciliar y componer lo compatible.
Poner en paz a los enemistados.
Esta tarea de reconciliación urge hoy en el mundo en que vivimos. Entre los miembros de la familia, entre las diferentes generaciones, en la actividad escolar , en los clubes deportivos y sociales , en los partidos políticos , entre gobernantes y gobernados , entre los miembros de un mismo `pueblo , entre las Naciones , entre las diferentes etnias y las diversas religiones entre las diferentes líneas de pensamiento.
Reconciliación entre los que conviven y comparten lo cotidiano. Reconciliación con el Creador.
Esta tarea empieza por nosotros: reconciliación con nosotros mismos y con los demás, es todo un programa de vida.
Aceptación de nuestra realidad, de nuestros talentos, de nuestros defectos, de nuestras limitaciones: físicas, intelectuales, espirituales, morales y sociales. Revirtiendo lo negativo y potenciando lo bueno.
Esto supone recogerse  a lo más profundo de uno mismo con rectitud y lealtad.
Aceptación de realidades de los demás procurando descubrir lo positivo de los otros, valorando los esfuerzos ajenos, apreciando la parecido a la verdad que hay en sus acciones.
Asumir que en esta hora de nuestra Patria de la Iglesia y del mundo nos toca hacer nuestro aporte personal.
Todo esto desde la reflexión desde una reconciliación con el mismo Dios.
Además de agentes de reconciliación los hombres de hoy necesitan mensajeros de esperanza.
La esperanza constituye, junto con la fe y la Caridad el fundamento esencial de la vida cristiana ( 1 Corintios , 13).

María Inés Dahbar

Publicado en la Revista Allah Mahabba. Año XV N° 45. Marzo 2015. Edición Impresa

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