El ascensor, con veinte mineros de Sudáfrica, comenzó el lento descenso. El fondo de la mina estaba a 1.600 metros de profundidad. A la mitad de la bajada, una falla mecánica paró en seco el ascensor, y los veinte hombres quedaron atrapados. Fue entonces que surgió un héroe.
Mario Cockrell, uno de los mineros, tuvo una idea. Deslizándose por los cables de acero, llagando sus manos, fue guiando, uno por uno, a sus compañeros de trabajo. Eran ochocientos metros de bajada y, para calmar los nervios de los mineros, les decía una sola cosa: «¡No mires hacia abajo! ¡Mira hacia arriba!»
Fue la fortaleza física de Mario Cockrell, su presencia de ánimo, su amor al prójimo, su firme fe en Dios y esa oportuna y sabia recomendación: «¡No mires hacia abajo!» lo que salvó la vida de todos.
Esa es una recomendación que encierra un significado poderoso. Sirve para todas las circunstancias de la vida, buenas o malas, placenteras o desagradables. No hay que mirar hacia abajo. ¡Hay que mirar hacia arriba, siempre hacia arriba!
Si miramos hacia abajo veremos sólo un abismo negro. Veremos el fracaso, la desesperación, la desgracia, el infortunio. Pero si miramos hacia arriba veremos el cielo azul, el sol brillante y —¿por qué no?— a Dios mismo.
Los que miran siempre hacia abajo no ven nada más que sombras, zozobras, peligros, incertidumbres y enemigos. En cambio, los que miran hacia arriba ven luz y colores y cielo y resplandor. Y ven esperanza, seguridad, consuelo y paz.
Por alguna razón bien profunda el apóstol Pablo dice: «Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra» (Colosenses 3, 2). Si nos concentramos sólo en la tierra, veremos toda la fealdad de la humanidad caída en pecado. Pero si miramos hacia arriba, y esto con los ojos de la fe, veremos a Dios, y de Él recibiremos el poder de una vida nueva y eterna.
Es cierto que vivimos con los pies pegados a esta tierra. Tenemos que fijarnos en las cosas de acá. Aquí está nuestra familia que debemos cuidar. Aquí está nuestro trabajo que nos da el pan. Aquí están las oportunidades de ser útiles. Con todo, mirar solamente la tierra y desdeñar el cielo es muerte.
Cristo está arriba, en su trono, esperando que miremos hacia Él y que nos arrepintamos. No despreciemos esa dirección vertical. Dios espera que alcemos la vista y miremos en dirección suya.
La Biblia dice: «Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano» (Isaías 55, 6).
Hermano Pablo
|
jueves, 15 de enero de 2015
NO MIRES HACIA ABAJO!
lunes, 5 de enero de 2015
Diálogo con Monseñor Ibrahim
![]() |
Prof. Georgina Habelrih |
En el presente espacio pretendemos compartir interrogantes usuales que se
manifiestan entre los fieles de nuestra comunidad. Planteadas las preguntas, es
el mismo Saiedna Ibrahim que de manera breve y
precisa nos aclara estas dudas.
1-¿Por qué el Obispo mantiene en su mano la cruz en la santa misa?.
En el rito bizantino el Obispo es
el pastor de su grey compuesta por diáconos, fieles, y demás instituciones
formales dentro de la diócesis. Llevar la cruz significa identificarse
totalmente con la causa de Cristo quien ofreció su vida para redimirnos. Cuando
el Obispo sostiene la cruz en su mano o como pectoral (colgada) es para no perder de vista esta realidad, y
que está dispuesto más que otros a ofrendar su vida por su rebaño a él
confiado, Jesús dijo: “ …Yo
conozco a mis ovejas ellas me conocen, yo pongo mi vida por ellas…”.
Tener la cruz en la mano es tener
una memoria viva que en nuestra vida cotidiana podemos encontrar varios
problemas, dificultades que llamamos “crucecitas”. El Obispo, como sucesor de
los apóstoles no rehúsa de enfrentar todas aquellas dificultades que se le
presentan a diario. Y con la misma cruz bendice a su rebaño por este signo
poderoso que es “fuerza de Dios y sabiduría de
Dios” (1 Cor. , 1:24).
2-¿Qué postura ha tenido el Papa Francisco frente a los hechos
acontecidos contra los cristianos de Medio Oriente?.
Tanto el Santo Padre como los
Patriarcas de Oriente mostraron una preocupación máxima por el destino de los
cristianos de Oriente Medio. De hecho están tratando de tocar todas las
instancias de poder e influencias en el mundo para frenar la barbarie de los
grupos fundamentalistas islámicos. El Papa envió a un cardenal en
representación personal a Irak y precisamente a la ciudad más castigada de este
país, Mossul, para llevarles el testimonio de preocupación y brindarles el
apoyo necesario en estos momentos cruciales para la existencia misma en su
propia patria, Irak. También los patriarcas de Oriente Medio fueron juntos al
mencionado país para acompañar a los cristianos que sufrieron desplazamientos
de sus hogares y aldeas, para hacerles sentir que no están solos y abandonados,
sino que están en la preocupación de la Santa Iglesia. Los mismos se reunieron
con muchos responsables en la capital de las decisiones, Washington, exigiendo
una protección efectiva y no verbal de parte de las potencias de occidente y
principalmente del gobierno de EEUU que tiene mucho que ver con esos grupos
islamistas que desbastaron buena parte de Irak y Siria, formando un Estado
Islámico.
Monseñor Ibrahim Salaméh Karam. Despacho parroquial Catedral San Jorge Córdoba. |
3-¿Cuáles son las tareas que ocupa a un obispo de la Iglesia?.
El Obispo es el padre espiritual
de una iglesia particular y por ende debe velar sobre la fe de los fieles,
animarlos en la práctica de su vida espiritual-religiosa, a crecer en las
virtudes y la gracia del Señor, y demás tareas puramente pastorales.
Del lado administrativo el Obispo
debe organizar la pastoral dentro de la diócesis acompañado por los misioneros:
clérigos y laicos. En cuanto a nuestro caso particular como Iglesia Oriental
implantada en nuestro país el Obispo trata de buscar sacerdotes de rito
bizantino para poder atender el servicio de nuestras comunidades esparcidas en
el país y de esta manera mantener el rico legado, con su antiquísima tradición
desde la iglesia primitiva, de nuestros
padres y abuelos.
4-¿Cuáles serían las características principales que se destacan del
rito Bizantino practicado en nuestra parroquia?.
Se puede destacar como propio del
rito las dos procesiones del celebrante y los acólitos durante la santa misa.
En la primera el Santo Evangelio es elevado con alegría y en la pequeña vuelta
se representa la gira de Jesús con sus discípulos predicando por Galilea, Judea y Samaria. En la segunda vuelta intervienen
el celebrante y los acólitos junto a las ofrendas, en ella el celebrante
representa a Jesús subiendo a la Golgota, como ofrenda y oferente. Al final de
la misma procesión se detiene en la puerta real del altar y se enuncia una
intención especial para la comunidad y/o alguna intención para una familia en
particular.
En la santa misa de rito
bizantino en cuanto a la celebración de la “palabra” sólo se procede a leer 2
lecturas, que deben ser necesariamente del Nuevo Testamento, Epístola y
Evangelio.
En cuanto a la celebración de los
santos, a diferencia de otros ritos, se puede celebrar a más de uno en la misma
fecha.
En todas las misas es inamovible
el canto del Himno a la Virgen María, como cabe resaltar que en el rito
bizantino María se destaca en muchos momentos durante la santa liturgia, así
también el pedido de “paz”, que es un vocablo que abunda en la celebración y en
las letanías.
Prof. Georgina Habelrih
Publicado en la Revista Allah Mahabba
Año XIV - N° 44
Diciembre 2014
viernes, 2 de enero de 2015
La “Liga de Madres”: presente y pasado de una labor incansable para la comunidad parroquial.
Mencionar la Liga de Madres es hablar de la
comunidad misma. Las señoras que integran esta comisión, bajo la conducción de
Nura de Lotuf, hacen al presente cotidiano de la parroquia. Me animo a decir
que son uno de los sostenes de la misma y que han acompañado al actual cura párroco,
hoy Monseñor Ibrahim, en su tarea
pastoral por más de tres décadas.
Desde sus inicios, en el año ’60, la tarea de la
Liga ha sido trabajar para mantener la parroquia y a la vez dar continuidad a
las tradiciones que son constitutivas de nuestra iglesia. En este marco, la
feria de platos en la festividad de nuestro patrono San Jorge, es un momento
clave. Asimismo la Liga acompaña en las liturgias semanales y de los días
sábados, y a ellas se suman otras mujeres que hacen a la vida diaria de la
parroquia.
También debemos mencionar los tradicionales “tés ” que año a año se
organizan, con una asistencia importante de mujeres que trasciende el ámbito de
la comunidad parroquial y de la colectividad. Otras actividades son las cenas
para la comunidad, en las que las damas de la comisión cocinan, y con sus manos
sabias y conocedoras elaboran “delicias
de la cocina árabe”, que deleitan a los que se suman a participar de este
momento de encuentro en el salón parroquial.
La “Liga” es conocida por todos, es cierto, pero me
gustaría hacer una breve referencia a los orígenes de esta comisión parroquial
y su proyección en el marco de la colectividad árabe de Rosario.
Dicha comisión netamente femenina surge motivada por el Padre
Atanasio Farah (q.p.d.), cura párroco de la congregación paulista, que condujo
a la comunidad rosarina entre 1956 y 1981. Desde su conformación la Liga de
Madres cumplió un rol primordial y se sumó al trabajo comunitario. La gran
mayoría de sus miembros fueron, y son hijas y/o esposas de sirios oriundos de
la ciudad de Alepo (ciudad del norte de la República Árabe Siria). Asimismo
vale mencionar que en sus comienzos la comisión fue conducida por Amadita
Baclini de Baclini, etapa en la cual las jóvenes señoras se avocaron a la
edificación del nuevo templo.
![]() |
Alicia Massud. Presidenta del Costurero |
Décadas más tarde, bajo la presidencia de Tota
Sauan de Sauan, la comisión focalizó su tarea en la labor caritativa, con las
donaciones a las maternidades públicas de la ciudad, que se complementó con el
trabajo de las “Damas del Costurero”, conformado por ex integrantes de la Liga
de Madres, más otras señoras –algunas de no ascendencia árabe- que se sumaron
al arreglo y confección de prendas. Igualmente vale resaltar que la movida
social ha sido fundamental, y especialmente en estos años de conducción. Son
destacables los tés desfiles y almuerzos que convocaban a centenares de
familias de la colectividad árabe de Rosario. A estos eventos se sumó un taller
de teatro organizado y dirigido por Miguel Bayo, y la puesta en marcha de un
Jardín de Infantes que perduró hasta fines de la década de los’90. También vale
mencionar la conducción de la comisión por la Señoras Cuqui Sauan de Uarde, Gladis
Sauan de Juri y Beatriz Abdo de Michati, que precedieron a la gestión de Nura
de Lotuf que conduce a la comisión desde fines de la década de los ’90.
En síntesis,
las actividades realizadas por la Liga, como los almuerzos/cenas, la feria de
platos, los tés, estrecharon los lazos sociales al interior de la comunidad y
de la colectividad, generando espacios de encuentros y recreación para las
mujeres y las familias árabes. Aunque esto último continúa, en las últimas
décadas, desde la gestión de hoy Monseñor Ibrahim Salameh, es evidente y
destacable la integración de fieles de no ascendencia árabe, con quienes se
comparte las diversas tareas parroquiales, como la catequesis, los almuerzos de caridad, la
realización de la revista parroquial, entre otras. Aun así en la labor y
permanencia de la comisión femenina aludida se preserva el rasgo identitario primigenio, el de la
inmigración árabe-cristiana, que hizo nacer a la institución, y estas mujeres
son de alguna manera depositarias de dicha herencia.
Para
finalizar, en este breve artículo además de dar cuenta de la tarea incansable
de la Liga de Madres, pretendo expresar el orgullo sentido por la comunidad
parroquial con relación a esta comisión, y así rendir homenaje a todas las
mujeres que a lo largo de estos 54 años de labor ininterrumpida pusieron esfuerzo
y dedicación para el crecimiento de la comunidad melkita San Jorge de Rosario.
Prof. Georgina Habelrih
Publicado en la Revista Allah Mahabba
Año XIV Año N° 44 . Diciembre 2014
Las esclavitudes modernas fue el tema de la JM de la Paz
Con frecuencia
se piensa que la esclavitud sea un hecho que pertenece al pasado. Sin embargo,
--se especifica en el comunicado-- esta plaga social se encuentra
fuertemente presente también en el mundo de hoy.
Tal y como se
recuerda, el Mensaje para el 1 de enero de 2014 estaba dedicado a la
fraternidad: "La Fraternidad, fundamento y camino para la paz". El
ser todos hijos de Dios hace, en efecto, a los seres humanos, hermanos y
hermanas con igual dignidad.
Y así, recuerdan
que "la esclavitud hiere mortalmente dicha fraternidad universal y, por
tanto, la paz. La paz, en efecto, tiene lugar cuando el ser humano reconoce, en
el otro, un hermano que posee la misma dignidad".
En el mundo
contemporáneo, -prosigue- son múltiples los abominables rostros de la
esclavitud: el tráfico de seres humanos, la trata de los migrantes y de la
prostitución, el trabajo esclavo, la explotación del hombre por el hombre, así
como la mentalidad esclavista respecto de las mujeres y los niños. Por lo que
se advierte que "sobre esta herida especulan vergonzosamente individuos y
grupos aprovechando la situación causada por tantos conflictos en curso en el
mundo, así como por el contexto de la crisis económica y de la corrupción".
¡La esclavitud
es una terrible laceración abierta en el cuerpo de la sociedad contemporánea,
es una gravísima herida en la carne de Cristo! Y para combatirla eficazmente,
"es necesario ante todo reconocer la inviolable dignidad de toda persona
humana, además de mantener inamovible la referencia a la fraternidad, que
requiere la superación de la desigualdad, en base a la cual un ser humano puede
hacer esclavo a otro, y el consiguiente compromiso de proximidad y gratuidad a
favor de un camino de liberación e inclusión para todos".
El objetivo -
continúa el comunicado- es la construcción de una civilización fundada sobre la
igual dignidad de todos los seres humanos, sin discriminación alguna. Para
ello, "es necesario también el compromiso de parte de los ámbitos de la
información, de la educación, y de la cultura en favor de una sociedad renovada
y configurada para la libertad, para la justicia y, por tanto, para la
paz".
Finalmente, el
dicasterio vaticano recuerda que "la Jornada mundial de la Paz ha sido deseada
por Pablo VI y es celebrada cada año el primero de enero. El Mensaje del Santo
Padre es enviado a las Cancillerías de todo el mundo e indica además la línea
diplomática de la Santa Sede para el año que comienza".[1]
A continuación agregamos algunos datos actualizados sobre
este tema…
La idea que viene a la mente de muchas personas cuando
escuchan la palabra esclavitud, es la compra y venta de personas, su envío
desde un continente hacia otro y la abolición de este comercio a comienzos del
siglo XIX. Incluso si no sabemos nada acerca de la Trata de Esclavos, es algo
en lo que pensamos como parte de nuestra historia, más que de nuestro presente.
Sin embargo, la realidad es que la esclavitud sigue presente HOY.
A millones de mujeres, niños, niñas y hombres de todo el mundo se les obliga a
vivir como esclavos. Si bien a esta explotación a menudo no se le llama
esclavitud, las condiciones son las mismas. A las personas se les vende como a
objetos, se les obliga a trabajar por salarios irrisorios o sin salario, y
viven a merced de sus "empleadores".
La esclavitud existe hoy día pese a que está prohibida en la mayoría de los
países donde se practica. También la prohiben la Declaración de los Derechos
Humanos de 1948 y la Convención Suplementaria sobre la Abolición de la
Esclavitud, la Trata de Esclavos y las Instituciones y Prácticas Análogas a la
Esclavitud, de 1956. Hoy día, hay mujeres de Europa oriental que trabajan en la
prostitución en condiciones de servidumbre por deudas, se trafica a niños y a
niñas entre estados de África Occidental y en Brasil se obliga a hombres a
trabajar como esclavos en haciendas agrícolas. La esclavitud contemporánea
adopta diversas formas y afecta a personas de todas las edades, géneros y razas.
¿EN QUÉ CONSISTE LA ESCLAVITUD?
La esclavitud tiene
características que la distinguen de otras violaciones de los derechos humanos.
A un esclavo:
Se le obliga a trabajar - mediante amenazas psicológicas o físicas;
- Se
le convierte en propiedad de un "empleador", generalmente
mediante maltrato físico o mental o mediante amenazas de maltrato;
- Se
le deshumaniza y se le trata como a una mercancía, o se le compra y vende
como a una "pertenencia";
- Se
le limita físicamente o se le impone restricciones a su libertad de
movimiento.
¿CUÁLES TIPOS DE ESCLAVITUD EXISTEN HOY?
El trabajo en condiciones de servidumbre afecta
a por lo menos 20 millones de personas en todo el mundo. Las personas se
convierten en trabajadores en condiciones de servidumbre cuando aceptan, o se
les engaña para que acepten un préstamo que apenas alcanza para cubrir el costo
de los medicamentos para un niño enfermo. Para poder pagar la deuda, se ven
obligadas a trabajar durante largas jornadas, siete días por semana, 365 días
al año. Como "pago" por su trabajo, reciben alimentación y resguardo
básicos, pero probablemente nunca consigan saldar la deuda, que puede
traspasarse a sus familiares a lo largo de muchas generaciones.
El trabajo forzoso se refiere a niños y a niñas que son captados
ilegalmente por gobiernos, partidos políticos o individuos particulares y que
son obligados a trabajar - generalmente mediante amenazas de violencia u otros
castigos.
Las peores formas de trabajo infantil se refieren a niños y niñas
que trabajan en condiciones de explotación o de riesgo. Decenas de miles de
niños y de niñas en todo el mundo trabajan en plena dedicación, privados de la
educación y de la recreación que son vitales para su desarrollo personal y
social.
La explotación sexual de niños y de niñas con fines comerciales. Se
explota a niños y a niñas por su valor comercial mediante la prostitución, la
trata y la pornografía. A menudo se les secuestra, compra o vende, o se les
obliga a ingresar al mercado del sexo.
La Trata implica el transporte y/o el comercio de seres humanos,
usualmente mujeres o niños y niñas, con fines de lucro, mediante la fuerza o el
engaño. A menudo se engaña o se obliga a mujeres migrantes para que ingresen al
trabajo doméstico o a la prostitución.
El matrimonio precoz y el matrimonio forzado afectan a mujeres y
muchachas a quienes se casa sin permitirles elegir y a quienes se obliga a
llevar vidas de servidumbre que frecuentemente van acompañadas de violencia
física.
La esclavitud tradicional o "propiedad personal" implica
la compra y venta de personas. A menudo a estas personas se les secuestra en su
hogar, o bien se heredan o se ofrecen como obsequios. [1]
Publicado en la Revista Allah Mahabba
Año XIV - N° 44. Diciembre 2014
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