viernes, 2 de enero de 2015

La “Liga de Madres”: presente y pasado de una labor incansable para la comunidad parroquial.


Mencionar la Liga de Madres es hablar de la comunidad misma. Las señoras que integran esta comisión, bajo la conducción de Nura de Lotuf, hacen al presente cotidiano de la parroquia. Me animo a decir que son uno de los sostenes de la misma y que han acompañado al actual cura párroco, hoy  Monseñor Ibrahim, en su tarea pastoral por más de tres décadas.
Desde sus inicios, en el año ’60, la tarea de la Liga ha sido trabajar para mantener la parroquia y a la vez dar continuidad a las tradiciones que son constitutivas de nuestra iglesia. En este marco, la feria de platos en la festividad de nuestro patrono San Jorge, es un momento clave. Asimismo la Liga acompaña en las liturgias semanales y de los días sábados, y a ellas se suman otras mujeres que hacen a la vida diaria de la parroquia. 

Nura Lotuf y Yolanda Addoumiyeh. Presidenta y Tesorera Liga de Madres

También debemos mencionar los tradicionales “tés ” que año a año se organizan, con una asistencia importante de mujeres que trasciende el ámbito de la comunidad parroquial y de la colectividad. Otras actividades son las cenas para la comunidad, en las que las damas de la comisión cocinan, y con sus manos sabias y conocedoras elaboran  “delicias de la cocina árabe”, que deleitan a los que se suman a participar de este momento de encuentro en el salón parroquial.

La “Liga” es conocida por todos, es cierto, pero me gustaría hacer una breve referencia a los orígenes de esta comisión parroquial y su proyección en el marco de la colectividad árabe de Rosario.
Dicha comisión netamente femenina surge motivada por el Padre Atanasio Farah (q.p.d.), cura párroco de la congregación paulista, que condujo a la comunidad rosarina entre 1956 y 1981. Desde su conformación la Liga de Madres cumplió un rol primordial y se sumó al trabajo comunitario. La gran mayoría de sus miembros fueron, y son hijas y/o esposas de sirios oriundos de la ciudad de Alepo (ciudad del norte de la República Árabe Siria). Asimismo vale mencionar que en sus comienzos la comisión fue conducida por Amadita Baclini de Baclini, etapa en la cual las jóvenes señoras se avocaron a la edificación del nuevo templo. 

Alicia Massud. Presidenta del Costurero

Décadas más tarde, bajo la presidencia de Tota Sauan de Sauan, la comisión focalizó su tarea en la labor caritativa, con las donaciones a las maternidades públicas de la ciudad, que se complementó con el trabajo de las “Damas del Costurero”, conformado por ex integrantes de la Liga de Madres, más otras señoras –algunas de no ascendencia árabe- que se sumaron al arreglo y confección de prendas. Igualmente vale resaltar que la movida social ha sido fundamental, y especialmente en estos años de conducción. Son destacables los tés desfiles y almuerzos que convocaban a centenares de familias de la colectividad árabe de Rosario. A estos eventos se sumó un taller de teatro organizado y dirigido por Miguel Bayo, y la puesta en marcha de un Jardín de Infantes que perduró hasta fines de la década de los’90. También vale mencionar la conducción de la comisión por la Señoras Cuqui Sauan de Uarde, Gladis Sauan de Juri y Beatriz Abdo de Michati, que precedieron a la gestión de Nura de Lotuf que conduce a la comisión desde fines de la década de los ’90.

En síntesis, las actividades realizadas por la Liga, como los almuerzos/cenas, la feria de platos, los tés, estrecharon los lazos sociales al interior de la comunidad y de la colectividad, generando espacios de encuentros y recreación para las mujeres y las familias árabes. Aunque esto último continúa, en las últimas décadas, desde la gestión de hoy Monseñor Ibrahim Salameh, es evidente y destacable la integración de fieles de no ascendencia árabe, con quienes se comparte las diversas tareas parroquiales, como la  catequesis, los almuerzos de caridad, la realización de la revista parroquial, entre otras. Aun así en la labor y permanencia de la comisión femenina aludida se preserva el  rasgo identitario primigenio, el de la inmigración árabe-cristiana, que hizo nacer a la institución, y estas mujeres son de alguna manera depositarias de dicha herencia.

Para finalizar, en este breve artículo además de dar cuenta de la tarea incansable de la Liga de Madres, pretendo expresar el orgullo sentido por la comunidad parroquial con relación a esta comisión, y así rendir homenaje a todas las mujeres que a lo largo de estos 54 años de labor ininterrumpida pusieron esfuerzo y dedicación para el crecimiento de la comunidad melkita San Jorge de Rosario.

Prof. Georgina Habelrih


Publicado en la Revista Allah Mahabba
Año XIV  Año N° 44 . Diciembre 2014




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