domingo, 18 de octubre de 2020

El Mandato Misionero

Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. 


Lecturas DOMINICALES

Primera carta de San Pablo a los Corintios 4:9-16

Santo Evangelio según San Marcos 16:9-20




En efecto, una de las preguntas que más angustian la existencia del hombre es precisamente ésta: ¿qué hay después de la muerte? Esta solemnidad nos permite responder a este enigma afirmando que la muerte no tiene la última palabra, porque al final es la Vida la que triunfa. Nuestra certeza no se basa en simples razonamientos humanos, sino en un dato histórico de fe: Jesucristo, crucificado y sepultado, ha resucitado con su cuerpo glorioso. Jesús ha resucitado para que también nosotros, creyendo en Él, podamos tener la vida eterna. Este anuncio está en el corazón del mensaje evangélico. 
Meditación de S S Benedicto XVI

La resurrección de Cristo es nuestra esperanza. La Iglesia proclama esto con alegría: anuncia la esperanza, que Dios ha hecho firme e invencible resucitando a Jesucristo de entre los muertos; comunica la esperanza, que lleva en el corazón y quiere compartir con todos, en cualquier lugar, especialmente allí donde los cristianos sufren persecución a causa de su fe y su compromiso por la justicia y la paz; invoca la esperanza capaz de avivar el deseo del bien, también y sobre todo cuando cuesta.

"Como Jesús fue el anunciador del amor de Dios Padre, también nosotros lo debemos ser de la caridad de Cristo: somos mensajeros de su resurrección, de su victoria sobre el mal y sobre la muerte, portadores de su amor divino"                                                Benedicto XVI



http://es.catholic.net/op/articulos/14718/el-que-crea-y-se-bautice-se-salvar.html

Nuestra Señora de Schoenstatt en Siria


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El 18 de octubre de 1914 la Virgen quiso establecerse en un barrio llamado Schoenstatt en un pueblo de Vallendar, Alemania. De esta manera daría fuerzas a los jóvenes que iban a pelear en la 1ra guerra mundial y a sus familias. 
El 27 de junio de 2016, una imagen peregrina de Schoenstatt llega providencialmente a manos de la Hna. Guadalupe para ser enviada a Siria. Desde allí Ella acompañará y dará fuerzas a todas las familias que están sufriendo tanto en este momento. 

Schoenstatt nace a principios de la 1ra guerra mundial. El padre Kentenich siempre decía que “Schoenstatt es hijo de la guerra”.  Él veía en las grandes luchas, oportunidades para que Ella, la Gran Vencedora, manifestara su poder de Reina y Victoriosa. 
El padre Kentenich, profesor y director espiritual en el Seminario Menor de los Padres Pallotinos en Schoenstatt, establece con sus estudiantes una relación de confianza poco común: ellos asumieron su gran amor a María y aprendieron a comprendela como un puente hacia Dios. 

El 18 de octubre de 1914, el padre y su pequeño grupo de estudiantes sellan una Alianza de Amor con la Santísima Virgen María en la capillita casi abandonada de San Miguel Arcángel en Schoenstatt. Desde el momento que la Virgen se establece en la capilla, este lugar se convierte en un santuario mariano y un lugar de gracias, donde miles de peregrinos buscan en María la fuerza de la gracia de Cristo, la luz de la fe para ver su vida según el plan de Dios y el impulso y la energía para su compromiso apostólico. La fuente y centro de la espiritualidad de Schoenstatt es la Alianza de Amor con María. 

Schoenstatt es un movimiento nacido en el seno de la Iglesia y al servicio de ella. Por ser un movimiento mariano ha querido caracterizarse por un marcado amor a la Iglesia, de la cual María es Madre y prototipo a seguir. El movimiento quiere ser parte viva de la iglesia y colaborar activamente en la realización de su misión post-conciliar. 
La familia de Schoenstatt cuenta con diversos tipos de comunidades de acuerdo a la realidad de vida de cada persona. El padre Kentenich, fundador del movimiento, quería que Schoenstatt tenga una amplia  gama de posibilidades de integración para cada persona que desee ser parte de esta gran familia. 

Aquella pequeña capilla es actualmente llamado Santuario “original”, este se ha multiplicado en Europa, América, África, Asia y Oceanía a través de una red de casi 200 Santuarios filiales (replicas del santuario original). Desde estos santuarios filiales la Mater (como la llamamos todos los schoenstattianos), derrama todas sus gracias. 

En especial derrama tres tipos de gracias: La gracia del cobijamiento: todos los que visitamos un santuario, nos sentimos protegidos por su manto y abrazados por Ella. La gracia de la transformación interior: estamos de paso en esta vida y nuestra vida cristiana debe ser continuo proceso de de transformación interior en Cristo. La gracia del envío apostólico: debemos educarnos como instrumentos y en el lugar donde nos toque estar comprometernos a transformar la sociedad para llenarla del espíritu de Cristo.

El 6 de junio de 1993 se bendice el Santuario Filial en Granadero Baigorria, a unos poco kilómetros de Rosario. Desde allí podemos recibir todas las gracias que la Mater quiere regalarnos, sólo debemos pedírselas con Fe. 

Pidámosle a la Mater que cubra con su manto a nuestra querida Siria y llegue pronto la paz.
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.

Sra. Corina Abdelahad

Publicado en la Revista Allah Mahabba, Año XVI, N° 50.Diciembre 2016- Edición impresa.

Los primeros discípulos: "como sal y como luz"

Epístola: Carta del apóstol Pablo a los Romanos 2, 10-16

Salmo:
En el salmo respondemos: EL SEÑOR ES MI LUZ Y MI SALVACIÓN
Una cosa pido al Señor, eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por todos los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R.-

EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
Mt. 4, 18-23
Los primeros discípulos
Condiciones para seguir a Jesús
"Como sal y como luz "
                             Homilía de San Juan CRISOSTOMO
Vosotros sois la sal de la tierra. Vosotros no habéis de preocuparos sólo de vuestra propia vida, sino de la de toda la tierra. A vosotros no os envío, como hice con los profetas, a dos ciudades, ni a diez, ni a veinte, ni siquiera a una entera nación. No. Vuestra misión se extenderá a la tierra y al mar, sin más límites que los del mundo mismo. Y a una tierra que encontraréis mal dispuesta.

En efecto, por el hecho mismo de decirles: vosotros sois la sal de la tierra, el Señor les mostró que toda la humanidad estaba insípida y maloliente a causa de los pecados. Por eso exige de sus Apóstoles aquellas virtudes que especialmente son necesarias para el aprovechamiento de los demás. 

El que es manso, modesto, misericordioso y justo, no guarda para sí solo estas virtudes, sino que procura que estas aguas tan hermosas se derramen abundantemente para provecho de los otros hombres. Del mismo modo, el que es limpio de corazón, el pacífico, el que es perseguido por causa de la verdad, dispone también su vida para común utilidad.
No penséis—dice el Señor a sus discípulos—que os lanzo a combates sin importancia, y que os encomiendo negocios de poca monta. No. Vosotros sois la sal de la tierra. 

Entonces, ¿curaron los Apóstoles lo que estaba podrido? De ninguna manera. Lo que el Señor renovaba y a ellos entregaba, lo que El libraba del mal olor de la podredumbre, eso salaban ellos, conservándolo y manteniéndolo en la novedad que del Señor había recibido. Porque librar de la podredumbre de los pecados fue hazaña exclusiva de Cristo; mas hacer que los hombres no volvieran a pecar fue ya obra del celo y del trabajo de sus Apóstoles.

¿Veis cómo poco a poco el Señor les va haciendo ver que son superiores a los profetas? Porque no les llama maestros de sola Palestina, sino de la tierra entera; y no sólo los hace maestros, sino temibles.
Ahí está la maravilla: que los Apóstoles no se hicieron amables a todo el mundo porque adulasen y halagaran a todos, sino escociendo vivamente como la sal.

.... Ésa es precisamente la función de la sal: escocer y molestar a los corrompidos. La maledicencia os seguirá forzosamente, pero no os hará ningún daño, sino que dará testimonio de vuestra firmeza. 

El Señor pasa ahora a otra comparación más alta: vosotros sois la luz del mundo (Mt 5, 14). Nuevamente se nos habla del mundo; no de una sola nación, ni de veinte ciudades, sino de la tierra entera. Se nos habla de una luz inteligible, mucho más preciosa que los rayos del sol, como también la sal había que entenderla espiritualmente. Y pone primero la sal, luego la luz, para que te des cuenta de la utilidad de las palabras enérgicas y el provecho de una enseñanza seria. Ella nos ata fuertemente y no nos permite disolvernos. Ella nos hace abrir los ojos, llevándonos como de la mano a la virtud.(1)

(1)http://www.mercaba.org/TESORO/J_Crisostomo/vida.htm


 ORACIONES DE LOS FIELES:

 Por todos aquellos que andan en tinieblas, para que se sientan llamados por Cristo a través de su Iglesia. OREMOS

Por los jóvenes, para que en el afán de sus tareas sepan distinguir la voz de Dios y acepten su llamada. OREMOS

Por todos nosotros, que un día sentimos la llamada de Cristo, para que sepamos transmitir nuestro gozo a los que viven a nuestro alrededor. OREMOS



sábado, 17 de octubre de 2020

Un carisma de luz!


En la entrevista,  Sandra le pregunta a la fundadora del movimiento de los Focolares:
¿Por qué cree que la siguieron tantas chicas? ¿Conoce la fábula del flautista mágico? Él sonaba la flauta y los niños lo seguían. Y todos estos jóvenes la han seguido como si siguieran su música…

Chiara:
Este carisma, yo hablo mucho de amor pero ha sido un carisma de luz, me hizo ver, me hizo entender desde el principio que habríamos llegado, por decir así, a todo el mundo. Ya desde el inicio le habíamos pedido que se realizara.. porque Jesús tenía… en un momento importante de nuestra vida, al inicio, era la fiesta de Cristo rey, recuerdo, y la Misa decía: “Pídeme y te daré a toda la gente”, me acuerdo que nosotros lo sentíamos ya.. yo les decía a mis compañeras: llegaremos a todo el mundo. Y ahora estamos. Y en aquel momento, juntas, rezamos, para poder ser instrumentos para llevar este espíritu de amor y de luz a todo el mundo.

Yo estaba continuamente bajo la acción de esta luz que me iluminaba acerca de cómo teníamos que actuar, qué hacer, sobre cómo tendría que ser, no se, nuestra manera de trabajar, de rezar, de estudiar, de comunicar, nuestra manera de usar las casas, de vestir… yo tenía siempre luz, al inicio sobre todo, sobre estas cosas, después sobre toda la expansión, en todos los continentes, sobre cómo se tenía que organizar este movimiento, que tenía que ser sobre todo un pueblo, donde las estructuras se mantuvieran escondidas en su interior, pero un pueblo. De hecho el Papa nos llama “pueblo de Dios”. Y todo eso se ha realizado. Pero yo lo preveía ya en los primeros tiempos, yo le decía a mis compañeras en el primer focolar, “existirá un arte nuevo, una política nueva, todo será renovado”, es por esto que no me di cuenta cuando terminó la guerra, porque yo estaba llena de este carisma que derramaba sobre el Movimiento. Nosotros íbamos adelante, literalmente no me di cuenta de que la guerra había terminado. Después me lo dijeron y lo vi.
Y sabe, también ahora, es todo luz. Soy guiada por El, por este carisma que es un don del Espíritu Santo.[1]

Material aportado por la Sra. Gloria Chale







[1] Cara a Cara con Clara Lubich (2002)  Entrevista a cargo de Sandra Hogget.