martes, 14 de mayo de 2024

El Espíritu Santo difunde en nosotros el amor mismo de Dios

Dios, Jesucristo, en su oración final antes de morir prometió a quien hubiese vivido la unidad con Dios, con el Padre y también  entre  hermanos, la plenitud de la alegría, y es así, es así…. Aquella frase del Salmo que dice: “qué  hermoso y feliz es que los hermanos vivan juntos” se verifica.  La alegría es uno de los dones del Espíritu Santo.
Nosotros, como cristianos, no tenemos únicamente el amor natural del papá, de la mamá, de los hermanos, de los amigos, tenemos un amor sobrenatural que es una participación del mismo amor de Dios.
De hecho el Espíritu Santo difunde en nosotros el amor mismo de Dios. Es por esto que a menudo subrayamos las grandes características que tiene este amor. Por ejemplo, es un amor que ama a todos, no sólo a los hermanos, sino a todos: al inglés, al italiano, al francés, que ama al blanco, al negro, al amarillo, que ama al pequeño, al grande, al casado, al virgen… que ama a todos, a todos. Y este es uno de los puntos que nos sostienen en nuestra revolución cristiana, este amar a todos, a todos, todos!.

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Otro punto de este amor es que siempre es el primero en amar. Nosotros amamos a todos también porque Dios Padre manda el sol y la lluvia a los buenos y a los malos, lo dice el Evangelio. Entonces es necesario amar a todos, también a los enemigos, es necesario amar a todos.
Después, gracias a este amor, se tiene la fuerza de ser los primeros en amar. En cambio en el mundo …..  se ama si se es amado.
Es también un amor concreto; usted ve todas las obras de amor, de caridad que hay en el mundo, no es un sentimentalismo, un amor platónico, un amor… es un amor con hechos.
Y es un amor que, si tú amas, se vuelve recíproco: es el amor, el tesoro del cristianismo, lo más hermoso que Jesús ha traído a la tierra: el amor recíproco. Y aquí nace la fraternidad universal entre todos, aquella fraternidad universal en la que el Movimiento está comprometido, con los de otras religiones, y con los que no tienen fe; todos, todos….[1].

Material aportado por la Sra. Gloria Chale
Tercera entrega




[1] CARA A CARA – Chiara Lubich y Sandra Hogget.

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