La repartición de
los panes bendecidos es porque la misa del HAYME (madrugada de resurrección en
árabe) suele durar desde la noche del sábado hasta la madrugada del domingo, y
en este sentido el pan es “..alimento que
fortalece el corazón del hombre” (salmo 104:15).
Este pan bendito
manifiesta la presencia del Señor y a Cristo resucitado entre nosotros.[1]
Cristo Resucitó de entre los muertos,
pisoteando la muerte con su muerte,
y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros.
Cuando descendiste al Sepulcro, oh Inmortal,
destruiste el poder del hades; y al resucitar vencedor,
oh Cristo Dios, dijiste a las mujeres Mirróforas: “¡Regocíjense!”
y a tus discípulos otorgaste la paz,
¡Oh Tú que concedes a los caídos la resurrección!
"¡Eres muy grande, oh Señor, mi Dios, vestido de gloria y majestad,"
[1]
Habelrih G. (2014) En diálogo con
Monseñor Ibrahim. Revista Allah Mahabba N° 43, Rosario, pag.13
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