Un tema duro y difícil, no parece querer concluir: El destino de los
cristianos de oriente Medio está al gusto del soplo del viento: estos vientos
son....¡ huracanados!
¡Cuántos creyeron ver algo sumamente positivo, en los acontecimientos
que siguen devastando a Oriente Medio,
hasta una buena parte de la Iglesia católica de Europa creyeron ver una “primavera suave” prometedora de libertad y democracia y
demás derechos humanos. A tal punto
que, no fueron pocas las críticas que lanzaron hacia las Iglesias Orientales,
tildándolas de cobardes, por no subir al tren de aquella dicha primavera.
Hasta la agencia de prensa de la
Santa Sede, también fue presa del propagandismo europeo y americano. En un congreso realizado en Roma en el año
2013, varios obispos orientales
intervenimos, para corregir ésta visión totalmente desacertada que hoy
tanto los cristianos de Oriente Medio, como algunos pueblos europeos están pagando parte de la factura: ¡Ojalá que
lo peor no esté por venir!...
Si uno volviera atrás en la historia, ve que éste “continente viejo”, con su colonialismo voraz, subyugó durante décadas y casi siglos a
muchos países de gran mayoría
musulmana, cuyos jóvenes entusiastas y fanáticos empezaron a llevar a
cabo una estrategia vengativa, sembrando el terror en aquellos países y
para tantos pueblos inocentes.
No hubiera estado equivocado, el
consultar a sus hermanos cristianos orientales, para saber manejar tantas situaciones difíciles y no
seguir considerándolos como
inmaduros, menores de edad todavía, porque el progreso, la ciencia
y el
saber está sólo en manos de los colonialistas.
Pero queremos tomar un rumbo más positivo y optimista dentro de esta situación desastrosa y
difícil de soportar. Los sirios, en muchas zonas, especialmente de mayoría cristiana, según nuestro conocimientos, están desarrollando programas, proyectos y
aptitudes sumamente humanitaria y elogiable. Como hicieron antes, los libaneses, durante la guerra civil , también lo están haciendo los sirios pero con medios modernos y rapidísimos para aliviar
el dolor, la necesidad, la penuria….de muchas familias que quedaron
faltos de todo.
Además del accionar notablemente generoso de la
iglesia hacia cristianos y no cristianos, grupos de laicos residentes
emigrantes tomaron plena
conciencia de un deber humanitario y patriótico al mismo tiempo de acompañar a personas y familias en situaciones límites, -sea cuestión de salud:, operaciones quirúrgicas, cuotas
universitarias, alquileres y demás
necesidades– con el claro propósito de conservarlos dentro de la patria sin
pensar en emigrar; por que la Patria es también y en primer lugar de los
cristianos, que supieron convivir con mucho respeto y amor hacia sus hermanos de la religión islámica.
Estos mismos grupos autoconvocados sostienen las
familias de jóvenes voluntarios que perdieron la vida, a mano de los
terroristas al proteger sus propios
pueblos, haciendo como una colaboración mensual para con la familia del mártir,
adicionalmente a lo que ofrece el estado sirio, para que sientan el afecto, el
reconocimiento y la dignidad de alguien que supo ofrendar su vida para defender
al prójimo.
No podemos dejar de lado, el
agradecer especialmente a Monseñor Eduardo Martín, Arzobispo de la ciudad de
Rosario, con quién concelebramos la Santa Misa en el mes de diciembre por la
Paz en Siria, y por el sostenimiento de los cristianos del país. Esto fue a nivel arquidiocesano, no solamente el radio que corresponde a la
Catedral de la ciudad.
Va nuestro agradecimiento
también, a toda la gente de buena voluntad, que supieron colaborar generosamente en esta misma colecta
para sostener a sus hermanos sirios en la fe a pesar de la situación no tan
holgada que estamos pasando aquí en nuestro país: Argentina. Esto mismo, da
mayor valor a cada gesto de amor
fraterno expresado.
Mons. Ibrahim
Salaméh
Exarca
Apostólico
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