Un Nino preguntó:”¿Qué hace falta para ser catequista?
¡Vaya pregunta de un niño de tan solo nueve años!
Una de las catequistas contestó:
Este acompañamiento ha de ser paciente, nunca imponiendo, respetando los tiempos de cada uno para que pueda producirse el tan esperado encuentro con el Pan Vivo, con Aquel que se entrega y comparte en cada misa, aquel que vive en el corazón de cada hermano.
¡Vaya pregunta de un niño de tan solo nueve años!
Una de las catequistas contestó:
”¿Qué hace falta? Amor, mucho, mucho amor a Jesús. Amarlo mucho a Jesús. Estudiar también pero más que nada, amarlo a Él.”
Esta simple y directa pregunta de Nino abre un espacio para reflexionar acerca de lo que es ser catequista.
Y… un catequista es un enamorado de Dios. Es aquel, que luego de recibir el kerigma, el primer anuncio que da paso al encuentro transformador con Cristo, vivencia un cambio en su vida, un descentramiento, entra en sintonía con el Amor mismo. Y así, tal como Dios lo ha llamado será “eco de Cristo” para llevar este Tesoro a sus hermanos y hermanas.
Decía una formadora, que el catequista es la primera fotografía que el catequizando tiene de Jesús. Por ello, el catequista ha de ser humilde, dócil, alegre, sencillo, paciente, abierto a la escucha atenta de la realidad y siempre dispuesto a su crecimiento en la fe y en la formación de la fe que profesa.
De esta manera, el catequista, como María en las Bodas de Caná, podrá ver las distintas realidades y necesidades que atraviesan sus catequizandos. Esta mirada de nuestra Madre es mirada esperanzadora que pide a Jesús su auxilio para iluminar con su Palabra aquellas situaciones que necesitan la Luz sanadora, compasiva y amorosa de Aquel que nos amó hasta dar su Vida por nosotros.
Esto nos permite ahondar en un aspecto del ser catequista que suele pasar de largo. Un aspecto que es intrínseco en la pedagogía de Jesús y que es inherente en la misión y tarea catequística: el acompañamiento, puesto que la catequesis no es mera transmisión de contenidos a partir de un programa o temario. ¡No! Es más bien, un itinerario, es un camino en donde el catequista camina, acompaña a sus catequizandos con la finalidad de que ellos mismos puedan vivir su propia experiencia de fe personal, única e intransferible.
https://soucatequista.com.br/como-definir-o-cronograma-de-temas-diretrizes-gerais-para-a-catequese.html |
Queridos catequistas, hoy nos urge ser más que nunca imágenes vivas de Cristo, verdaderos testigos y anunciadores de que el Reino de Dios ya está aquí. ¡Ánimo, que con María, nuestra tierna Madre, no estamos solos en este caminar, en esta bellísima y sencilla misión que nuestro Señor nos ha encomendado!
María José Molina
Catequista
Catedral Exarcal San Jorge
Edición Digital. Revista Allah Mahabba. Año 2018
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