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Beatas palestinas María de Jesús Crucificado y María Alfonsina Danil Ghattas / Foto: Patriarcado Latino |
ROMA, 04 Mar. 15 / 02:16 am (ACI/EWTN Noticias).-
El Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los
Santos, espera que la canonización el próximo 17 de mayo de dos beatas de
Tierra Santa, María Bwardy de Jesús Crucificado y María Alfonsina Ghattas, den
alegría al pueblo palestino.
María Bwardy de Jesús Crucificado, de la Orden de
las Carmelitas descalzas y María Alfonsina Ghattas, fundadora de la
Congregación de las Hermanas del Rosario de Jerusalén, vivieron en la segunda
mitad del siglo XIX y fueron ejemplos de santidad durante toda su vida, parte
de la cual transcurrieron en Palestina.
El anuncio de su canonización llegó el pasado 14 de
febrero, durante el Consistorio Ordinario Público en el Vaticano, donde el Papa
Francisco dijo que las dos religiosas serán canonizadas en una ceremonia
conjunta junto a Sor Giovanna Emilia de Villeneuve, una religiosa francesa
fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción de
Castres.
Al ser preguntado por ACI Prensa en Roma sobre
estas Beatas, el Cardenal Amato dijo que “la santidad no se acaba nunca. La
santidad anima, especialmente a un pueblo como el palestino, que tiene
necesidad de estos ejemplos positivos que hacen mucho bien”.
La autoridad vaticana hizo estas declaraciones al
finalizar un encuentro organizado el pasado 27 de febrero por la Librería
Editora Vaticana en Roma para hablar sobre el tema “¿Para qué sirven los
santos?”.
Sor María Bwardy de Jesús Crucificado
María de Jesús nació en el pueblo galileo de
Ibillin. La religiosa carmelita fue fundadora del Carmelo de Belén, en Palestina,
donde todavía es posible visitar su habitación.
En su vida recibió la gracia de los estigmas, y fue
considerada una figura mística por experimentar numerosos sueños en los que
entró en relación con Jesús.
En su beatificación en 1983, San Juan Pablo II dijo
de ella que reflejó los diferentes rostros de la Iglesia greco-católica en la
que fue bautizada y creció, y la Iglesia Latina (de Roma), donde se preparó
para la vida carmelitana.
Además se unió a las comunidades cristianas en el
Líbano, Egipto, Francia y la India, y fue una de las pocas santas que
recibieron gracias de alto valor, enriquecidas con abundantes estigmas,
éxtasis, conocimiento de los corazones, profecías, posesión angelical y, lo más
inesperado para una joven analfabeta, el don de la poesía.
Hermana María Alfonsina Ghattas
Por su parte, la hermana M. Alfonsina nació en Ein
Karem, Jerusalén, y fue co-fundadora de la Congregación de las Hermanas
Dominicas del Santísimo Rosario de Jerusalén, dedicadas a ayudar a las personas
de edad avanzada, niños, familias pobres, así como a luchar contra la pobreza
moral, dando a cada individuo, a través de la cultura y la educación, los
medios para desarrollar la fe y la dignidad.
En su beatificación en 2009, el Patriarca de
Jerusalén dijo que “la Madre Ghattas nació en una familia muy piadosa en
Jerusalén, donde trabajaban y oraban en familia”.
La religiosa sintió que el Señor la llamó a abrazar
la vida religiosa y se unió a la Congregación de las Hermanas de San José de la
Aparición. Después de la primera profesión, la madre superiora le confió la
misión de la enseñanza del Catecismo en la escuela de las Hermanas de Belén.
Sor María Alfonsina era un catequista incomparable,
una humilde educadora, y una apóstol incansable. Tuvo la gracia de vivir
visiones repetidas de Nuestra Señora, quién la instó a establecer para las
niñas de su país una congregación que llevaría el nombre de Hermanas del
Rosario.
Desde su propia familia, vivió una piedad profunda,
una fuerte fe en la Providencia y una completa confianza en la Virgen María.
Aunque sobresalió en dos virtudes especiales: por un lado el amor por el
silencio y la vida retirada, y por el otro el amor a la cruz y el sacrificio
por el otro.
Fuente: http://amigosdeirak.verboencarnado.net/2015/03/05/canonizacion-de-beatas-de-tierra-santa-tambien-alegrara-palestina-dice-cardenal/
Publicado Revista Allah Mahabba N° 45 .Marzo 2015
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